El 28% de los casos de pérdida auditiva infantil no fue detectado con el cribado neonatal, al ser hipoacusia de inicio tardío o evolución progresiva. La hipocausia es una de las principales causas de retraso en el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la comunicación. Es una pérdida parcial de audición, a diferencia de la sordera que es una pérdida total o muy severa de la capacidad auditiva. En España, se estima que entre 1,5 y 6 de cada 1.000 recién nacidos presentan algún grado de pérdida auditiva, y alrededor de 1 por cada 1.000 tiene hipoacusia severa o profunda.
Detectarla la hipocausia de forma temprana es esencial, dicen los especialistas, para evitar retrasos difíciles de corregir, mejorar el rendimiento escolar y la integración social del niño. También para iniciar a tiempo tratamientos como la adaptación de audífonos, implantes cocleares o terapia logopédica.
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), que celebra su 76º Congreso Nacional en Madrid hasta el 25 de octubre, ha hecho un llamamiento a las administraciones sanitarias autonómicas y al Ministerio de Sanidad para que evalúen la implantación de un programa de cribado auditivo en edad escolar, complementario al neonatal, para mejorar la detección precoz.
Cribado auditivo
La propuesta surge a raíz de la investigación desarrollada por especialistas del Hospital Universitario de Álava. El estudio, presentado en el Congreso, ha revisado los casos de 63 niños diagnosticados de hipoacusia entre 2019 y 2024. Los resultados mostraron que, aunque el cribado auditivo neonatal detectó el 72% de los casos, pero casi uno de cada tres (28%), pasó desapercibido en la primera evaluación, siendo diagnosticado años más tarde, con una edad media de 5 años.
De los niños con diagnóstico tardío, el 41% presentaba factores de riesgo conocidos para pérdida auditiva y el 35% tenía antecedentes familiares. Estos resultados sugieren que el cribado neonatal, aunque imprescindible, señalan los especialistas, no basta para identificar todas las pérdidas auditivas. «Es necesario un seguimiento audiológico a lo largo de la infancia, especialmente en la etapa escolar», subrayan los autores del estudio: Marta Múgica Ortiz, Nerea Zubicaray Ayestaran, Asier Lekue Madinabeitia.
Habilidades del lenguaje
«Cada mes cuenta: cuanto antes se identifique la pérdida auditiva, mejores son los resultados en el desarrollo del niño», afirma el presidente de la SEORL, Serafín Sánchez, para quien la implementación de un programa de cribado auditivo en edad escolar, especialmente en los primeros años de Primaria, cuando se consolidan las habilidades del lenguaje y la lectura permitiría detectar hipoacusias de aparición tardía o progresiva, que no estaban presentes al nacer, y garantizaría un seguimiento equitativo de todos los niños, con independencia de si esa pérdida auditiva es congénita o de desarrollo tardío.
El 76º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello reúne en Madrid a más de 1800 expertos nacionales e internacionales que debatirán sobre los últimos avances, descubrimientos y evidencia científica en relación con esta especialidad.
Suscríbete para seguir leyendo