El gobierno de Luis Barcala recupera la jefatura de Recursos Humanos en el Ayuntamiento de Alicante, vacante desde hace seis meses, cuando la anterior responsable dejó el Consistorio para marcharse al Síndic de Greuges. Tras un primer intento en el que el proceso de selección quedó desierto, el ejecutivo municipal se ha decantado por la fórmula del nombramiento «forzoso» para llenar el vacío en la estructura administrativa local en un puesto clave para el funcionamiento del Ayuntamiento. El elegido por el regidor popular: el anterior responsable de Medio Ambiente, un área vinculada al vicealcalde Manuel Villar.
El pasado mes de mayo, Barcala aprobó el nombramiento de tres nuevos directores generales (una figura directiva que se escoge mediante libre designación), entre los que se encontraba María Pérez-Hickman, como responsable de Organización Interna, el área vinculada con Recursos Humanos. Tras ello, la hasta entonces jefa de servicio de la concejalía decidió dejar temporalmente su puesto para marcharse temporalmente como asesora al Síndic de Greuges.
En ese momento, el ejecutivo municipal abrió un proceso de selección (tras incrementar la retribución del puesto en más de 200 euros al mes) para reemplazar a la funcionaria. A él se presentaron tres candidaturas, la de un policía local que carecía de la necesaria categoría A1 (quedando automáticamente descartado), y la de dos funcionarios de otros ayuntamientos. Los populares se decantaron finalmente por un técnico municipal de L’Alfàs del Pi. Sin embargo, dada la naturaleza del nombramiento (mediante una comisión de servicios), el candidato requería la autorización del ayuntamiento de la localidad de la Marina Baixa, en manos del PSOE, que no le fue concedida.
Con el puesto todavía vacante, el alcalde aprobó la resolución de la convocatoria, dando por zanjado dicho proceso selectivo. El equipo de gobierno tuvo que barajar entonces si relanzar la tramitación para buscar candidato a la jefatura de nuevo mediante comisión de servicios o, en cambio, dotar al puesto de carácter definitivo para hacerlo más atractivo a los posibles aspirantes. Finalmente, la fórmula escogida por el ejecutivo popular ha sido la del nombramiento «forzoso», dada la urgencia de cubrir la vacante.
Ahora, según se recoge en un decreto firmado por el vicealcalde, Manuel Villar, el puesto ha quedado en manos del que fuera responsable de Medio Ambiente, área que también recae en manos de Villar, quien ha asumido Recursos Humanos desde la reestructuración de gobierno impulsada por Barcala este verano, después de la dimisión de Toni Gallego.
«Retrasos importantes»
Durante los seis meses en los que el puesto ha quedado vacante, según fuentes sindicales consultadas por INFORMACIÓN, la falta de «cabeza» en el servicio ha causado «retrasos importantes» en cuestiones que estaban sobre la mesa antes de la marcha de la anterior responsable. Al respecto, destacan negociaciones sobre la actualización de la Carrera Profesional, el acuerdo de condiciones laborales, la revisión de ayudas sanitarias o las distintas convocatorias de empleo.
En este tiempo, las responsabilidades del jefe de servicio «las ha estado asumiendo el resto del personal», generando una sobrecarga en la plantilla que se suma a la que provoca la falta de jefatura también en los segundos y terceros escalones de Recursos Humanos en el Ayuntamiento de Alicante, según las mismas fuentes. Además, desde la concejalía, los funcionarios apuntan que, al menos, serían necesarios dos auxiliares administrativos, un técnico medio y un informático más dentro de la plantilla actual. Un incremento al que se comprometió el alcalde durante las negociaciones para la implantación de la Carrera Profesional pero que aún no se ha producido. Ahora, el nombramiento del nuevo jefe de servicio busca desatascar una situación de «semi-parálisis» que se extiende desde hace medio año en una de las concejalías clave para el funcionamiento del Consistorio.
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