Vance afirma que el plan de paz para Gaza «va mejor de lo esperado» y descarta el despliegue de tropas de EEUU

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El vicepresidente de EEUU, JD Vance, asegura que el plan de paz en Gaza «va mejor de lo esperado» y descarta el despliegue de tropas estadounidenses en la región.

Vance amenaza a Hamás con la «aniquilación» si no se desarma, en línea con las advertencias del presidente Donald Trump.

La mediación para la paz, liderada por emisarios estadounidenses y apoyada por Egipto, Catar y Turquía, busca avanzar hacia un acuerdo que incluya cesiones políticas y de seguridad.

La situación humanitaria en Gaza es crítica, con insuficiente entrada de ayuda humanitaria y persistente violencia en la «línea amarilla» de retirada militar israelí.

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha asegurado este martes en Israel que el plan de paz en Gaza “va mejor de lo esperado”, que su aplicación completa requerirá “mucho trabajo y un tiempo muy largo”, y que la entrada en la Franja de tropas estadounidenses está fuera de la mesa.

Nada de esto ha impedido que amenazara a Hamás con la «aniquilación» si se niega a desarmarse, en línea con la advertencia previa del presidente Donald Trump.

Vance ha hablado, por cierto, desde el Centro de Coordinación Civil y Militar de Kiryat Gat, en el sur de Israel. Allí soldados estadounidenses supervisan el cumplimiento de la tregua alcanzada hace ocho días. Una tregua que sigue adelante con mucha violencia y acusaciones de violarla entre las partes.

La mediación, liderada por emisarios estadounidenses y respaldada por Egipto, Catar y Turquía, busca entrar en una segunda fase de negociaciones que exige cesiones políticas y de seguridad que en el pasado frustraron cualquier avance.

El conocido como plan de Trump, resumido en 20 puntos, reclama la entrega total de las armas por parte de Hamás, la retirada gradual del Ejército israelí de la Franja y un camino hacia un Estado palestino.

Vance se reunirá este miércoles con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para tratar, además, las perspectivas de nuevos acuerdos de normalización entre Israel y varios países del Golfo. Netanyahu ya clamó ayer ante la Knéset que su Gobierno y el de Trump comparten el objetivo de forjar “nuevas alianzas de paz” en la región.

¿Y qué hay del regreso de los cadáveres de los secuestrados por Hamás? El vicepresidente ha pedido rebajar las expectativas. Es un asunto “difícil”, ha dicho, y no se resolverá de inmediato. Hamás entregó el lunes el cuerpo de un cautivo y prometió devolver otros dos en las próximas horas. Israel sostiene que el grupo aún retiene 13 cadáveres.

Entre los puntos sin resolver del plan figuran el control político y la seguridad del enclave. La propuesta de Washington contempla un órgano tecnocrático de gestión bajo supervisión internacional y una fuerza multinacional sin participación de Hamás. Un alto cargo palestino próximo a las conversaciones indicó, como recoge Reuters, que los islamistas verían con buenos ojos ese formato siempre que contara con su aprobación y la de la Autoridad Palestina.

En paralelo, sobre el terreno, la situación humanitaria es crítica. Naciones Unidas confirma que la entrada de ayuda humanitaria ha aumentado a través de los dos pasos fronterizos abiertos por Israel. Pero el flujo está lejos de alcanzar las 2.000 toneladas diarias que el Programa Mundial de Alimentos considera necesarias.

De hecho ningún envío ha llegado aún al norte de Gaza, la zona más afectada por la hambruna.

La tensión persiste, asimismo, en torno a la “línea amarilla” que marca la retirada militar de las tropas de Netanyahu. Soldados israelíes han abatido a un hombre por cruzar la zona de exclusión. Y el Ministerio de Sanidad gazatí ha publicado que siete palestinos han muerto por ataques israelíes en las últimas 24 horas.

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