El sevillano Grupo Insur ha cumplido 80 años en una situación privilegiada dentro del sector promotor. En la actualidad, cuenta con una cartera de 5.000 viviendas (2.800 viviendas en desarrollo y un banco de suelo para 2.200 viviendas más). Además, continúa con su gran apuesta por la promoción terciaria, con 120.385 metros cuadrados, de los cuales están en desarrollo 30.500 m² destinados a oficinas y dos nuevos hoteles con 427 habitaciones.
Los próximos años estarán marcados por un plan estratégico «en el que aún estamos trabajando», explica el presidente del Grupo Insur, Ricardo Pumar. Este documento ya esboza una potenciación de la actividad de promoción terciaria, «que venimos desarrollando con fuerza en los últimos tiempos» con el desarrollo de cinco proyectos, dos hoteles y tres edificios de oficinas, que suponen una inversión de aproximada de 180 millones de euros, abunda.
A ello se suma la diversificación geográfica. El grupo promotor y patrimonialista ya ha puesto varias picas en Madrid y, recientemente, ha fortalecido su estructura para abrir mercado en la Comunidad Valenciana, donde se va a centrar en el sector residencial. «Nos gusta ir paso a paso, consolidando el negocio, y en Valencia hay oportunidades que ya tenemos en el radar y que queremos concretar», subraya.
Medidas a medio plazo
La vivienda es una de las mayores preocupaciones para la ciudadanía española. La continua escalada de los precios y la falta de oferta dificultan las opciones a la hora plantearse acceder a un primer hogar o cambiar de casa. Pumar alerta de que, si bien se están tomando una serie de medidas, «tendentes a poner suelo de uso residencial en el mercado, transformando usos terciarios de oficina y de otros tipos para vivienda asequible», se trata de una solución «a corto plazo».
«Hay que tomar otras de más calado, que permitan reducir los plazos en la tramitación de los procesos jurídicos y dar certidumbre y seguridad jurídica a estos procesos. Mientras no se reduzcan los plazos y no haya seguridad jurídica y certidumbre, no habrá nadie dispuesto a invertir en la fabricación de suelo», enfatiza. En este sentido, añade que hay sitios donde estos procesos «son eternos», lo que impide «que se pongan más viviendas en el mercado y eso lastra la rentabilidad de la promoción, donde el tiempo es el factor fundamental».
«No hay burbuja»
En cuanto a la posibilidad de que se estén dando los condicionantes para una nueva burbuja inmobiliaria, Pumar lo tiene claro. «Es verdad que están subiendo mucho los precios, sobre todo en los dos últimos años, pero no considero que haya burbuja», señala, al tiempo que apunta que los precios hoy, en términos nominales, «están al mismo nivel que en el pico del anterior ciclo», esto es, en torno a los 2.100 euros de media el metro cuadrado en España.
Además, apunta a la heterogeneidad del mercado. «Hay zonas donde este aumento ha sido mayor, normalmente aquellas donde hay dinamismo económico y, por tanto, dinamismo demográfico, como Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia o las Islas Baleares por el tema del turismo», indica. A este respecto, destaca que los mimbres no son los mismos que en los momentos previos a la crisis del ladrillo. «El endeudamiento de las familias es ahora de la mitad que en el anterior ciclo, a lo que se suma que la tasa de esfuerzo, sobre todo ahora que han mejorado los tipos de interés, se mantiene en niveles adecuados, en un tercio de la renta de los hogares». Todo ello, unido a «un sistema financiero es mucho más solvente y más fuerte del que había en aquel entonces».
Contra la ley estatal de Vivienda
En cuanto a las leyes de vivienda impulsadas por las administraciones central y autonómica, se muestra más de acuerdo con esta última. «La ley andaluza tiene la ventaja que su objetivo es aumentar la oferta y la otra está enfocada a limitar los precios, lo que restringe, desde mi punto de vista, la oferta. Y eso tiene consecuencias perversas, distintas a los objetivos que se persiguen», apunta.
El presidente de Grupo Insur añade que, según su punto de vista, tampoco es beneficiosa la intervención en el mercado de alquiler. «Esas no son medidas que favorezcan el aumento de la oferta, que yo creo que es la base del problema del precio».
Falta de mano de obra
Otro de los problemas que vislumbra Pumar dentro del sector es la falta de mano de obra. «Hay que hacer más atractivo la incorporación al sector de la construcción», apunta, al tiempo que insta a apostar por la «construcción industrializada» (esto es, estructuras prefabricadas, como cocinas, cuartos de baño, fachada e incluso terrazas). «Hay que apoyar y ayudar decididamente a todas las empresas que se dedican a este tema, hay muchos elementos que se pueden estandarizar», subraya. Esto permitirá, añade, que las plantillas de esas firmas estén «más cerradas» y se planteen menos problemas a la hora de encontrar personal.
Por ello, no descarta la contratación en origen como posibilidad para afrontar este problema, como sucede en otros sectores, como el agrario. «Puede paliar un poco el tema de la escasez de mano de obra«, subraya Pumar.












