LA NUEVA ESPAÑA viaja a Ávila para conocer los orígenes del míster del Sporting

Carlos se pone en pie, levanta su mirada y señala con calma el punto de encuentro a LA NUEVA ESPAÑA. Su sonrisa lo delata: es un hombre feliz, amable, de trato fácil. Nos invita a sentarnos en una mesa de la terraza del restaurante El Lienzo Norte. Desde allí, las vistas son espectaculares: las murallas de Ávila, Patrimonio de la Humanidad desde 1985, se recortan contra el cielo. Carlos camina sobre sus espaldas, unos cien metros. A su izquierda está Lourdes, una madre orgullosa. Son las 13.10 del mediodía.

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