Las farmacéuticas Roche y Rovi han llegado a un acuerdo con un impacto potencial estimado de 2.000 millones de euros para la economía española. El trato implica que la primera, gigante suizo de más de 60.000 millones de euros en ventas anuales según su último balance, fabrique en las instalaciones de la segunda, compañía española que se mueve en torno a los 750 millones de ingresos al año, su nuevo medicamento contra la diabetes y la obesidad. Así lo han formalizado sus dos consejeros delegados en una reunión con el mismísimo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este martes en el Palacio de la Moncloa.
Según ha comunicado el laboratorio con sede central en Madrid, el acuerdo definitivo se tiene que firmar en los próximos días, pero lo pactado es que Rovi ponga a disposición de Roche una línea de llenado de alta velocidad en sus instalaciones en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Eso implicará para ellos incrementar entre un 20% y un 25% las ventas de su unidad de negocio de fabricación para terceros en comparación con lo ingresado con esta actividad en 2024.
En el caso de Roche, la operación supone disponer en España de toda una cadena de valor al completo, pues ya tienen desde actividad de investigación y diagnóstico, hasta comercialización, y añaden, ahora, por en medio, la producción. «Representa una iniciativa de alto impacto que refuerza la posición de España como centro estratégico para la innovación, la producción y la exportación de las terapias avanzadas de Roche dentro de Europa y a nivel mundial, y garantizará el futuro suministro de nuevas terapias para combatir enfermedades con una enorme prevalencia e impacto entre la población», agrega el consejero delegado de Roche, Thomas Schinecker en su comunicado.
Impacto nacional
Tanto en este documento como en el de Rovi se enfatiza, además, la oportunidad que supone esto para España. «Nos sentimos especialmente orgullosos de posicionar a España en el liderazo de la producción farmacéutica de última generación«, asegura el presidente y consejero delegado de Rovi, Juan López-Belmonte.
«La decisión de producir esta molécula en España subraya la confianza en las capacidades industriales y científicas españolas y sitúa al país a la vanguardia en el desarrollo de tratamientos innovadores de próxima generación«, contextualiza, por su parte, Roche. «Además, fortalece la posición de España como centro estratégico para la innovación, la producción y la exportación de terapias avanzadas, tanto en Europa como a nivel mundial», agrega en su comunicado. De ahí la institucionalización del acuerdo.
El director general de Roche Farma en España, Patrick Wallach, estima un impacto de 2.000 millones de euros entre los beneficios directos e indirectos asociados a esta fabricación. Es un volumen calculado en función de los ingresos, empleos y ventana exportadora que generará. «Además, representa un reconocimiento internacional de la capacidad de España para liderar proyectos de gran escala y atraer inversión de alto valor añadido», concluye.
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