Argentina celebra este domingo, 26 de octubre, unas elecciones legislativas que representan la primera gran prueba de fuego para el histriónico presidente del país, Javier Milei. Justo en el ecuador de su mandato, esta cita con las urnas puede significar un espaldarazo o un nuevo varapalo para el dirigente ultra, cuya coalición sufrió el pasado septiembre una fuerte derrota en los comicios de Buenos Aires, la provincia más poblada de país. En estas elecciones se renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado, y las últimas encuestas apuntan a un resultado muy igualado entre las dos principales coaliciones, La Libertad Avanza, de Milei, y la peronista Fuerza Patria, que agrupa al kirchnerismo.
El promedio de todas las encuestas publicadas durante este año refleja que la coalición de Milei cuenta con una ventaja de 5 puntos sobre los peronistas en la recta final de la campaña electoral, pero desde septiembre los dos espacios mantienen una gran igualdad y se han ido intercambiando la primera posición. Mucho más lejos se quedan la marca centrista Provincias Unidas, integrada sobre todo por gobernadores provinciales, y el Frente de Izquierda.
Además, aunque Fuerza Patria es la principal marca del peronismo, hay otras opciones minoritarias que también representan a esta tendencia ideológica y pueden hacer piña contra el oficialismo, por lo que la ventaja de La Libertad Avanza puede ser menor de la proyectada. Uno de los últimos sondeos difundidos, de Rubikon, proyectaba una leve ventaja a nivel nacional de La Libertad Avanza: 34,6% frente a 32,2% de Fuerza Patria, un 5,7% de Provincias Unidas, el 4,4% de Frente de Izquierda y el 6,2% de otros espacios políticos.
La suerte de Milei depende mucho de cómo le vaya en la provincia de Buenos Aires, donde se concentra más del 40% del padrón electoral. Según Proyección Consultores, Fuerza Patria obtendría el 42,3%, 11 puntos más que La Libertad Avanza, cuyo principal candidato, José Luis Espert, se ha visto envuelto en un escándalo por su conexión con un presunto narcotraficante. Lejos queda el Frente de Izquierda (4,1%) y Provincias Unidas (3,7%). En las elecciones presidenciales de 2023, Milei ganó la segunda vuelta arrasando en Córdoba, la tercera provincia más poblada, con más del 70% de los votos. Allí, Provincias Unidas obtendría ahora el 31% de los sufragios, frente al 21,2% del oficialismo.
Quién es quién
En este contexto, cierto pesimismo rodea a La Libertad Avanza. El oficialismo tiene un propósito declarado: no quedar en una desventaja que pudiera abrir el camino a un eventual juicio político del presidente. Su mayor expectativa es que tenga capacidad para controlar los daños en el Parlamento ejerciendo el poder de veto. Además, la coalición de Milei se propone integrar a la derecha tradicional en el Gobierno para bloquear cualquier acción desestabilizadora.
Fuerza Patria, que integra al kirchnerismo en sus diferentes variantes, quiere consolidarse como alternativa para las presidenciales de 2027 y ganar mayor espacio en el Congreso. Provincias Unidas se propone como una vía centrista capaz de salir de la polarización y ser también una alternativa ante un eventual desenlace político negativo para Milei. La entrada de Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba, en la Cámara baja, alimenta el rumor que podría convertirse en presidente provisional si el ultraderechista no tiene salida política. Frente de Izquierda tiene hoy cinco diputados y espera mantener esa cifra en un ámbito de polarización.
Caída de popularidad
Más allá de las estimaciones electorales, la valoración de Milei como presidente muestra signos de desgaste. Su imagen negativa subió al 63,2% en un sondeo de la consultora Zuban Córdoba realizado entre septiembre y octubre. Esa encuesta reveló, además, que un 56,7% de los entrevistados creen que La Libertad Avanza perderá los comicios legislativos, y que un 27,4% opina que el presidente debería dimitir si le va muy mal en las legislativas. Según un estudio de Management & Fit, la aceptación del anarcocapitalista es del 37,4%, frente a un rechazo del 47,9%, un porcentaje similar al de la consultora Rubikon.
Suscríbete para seguir leyendo