El portavoz municipal del Partido Popular de Pravia, Alberto Morán, junto a la diputada regional Cristina Vega, alertó este lunes de «irregularidades graves» en la calidad del agua de las piscinas exteriores de Pravia durante el pasado verano. Morán denunció que el alcalde de Pravia, David Álvarez, «ha ocultado a los pravianos que la Consejería de Salud le obligó a cerrar las piscinas municipales exteriores» por ese motivo.
«Desde el Partido Popular de Pravia queremos mostrar nuestra indignación por una ocultación de irregularidades relacionadas con el agua, que afectan directamente a la salud de nuestros vecinos,” censuró el portavoz municipal. Según Morán, la orden de clausura emitida por la consejería señala en su informe «la gravedad de los hechos detectados», así como «la escasa colaboración mostrada durante el proceso de inspección».
El portavoz municipal recordó que se trata de la misma Administración autonómica que hace meses emitió un «contundente» informe negativo sobre la calidad del agua potable de Pravia. En este sentido, «se demuestra la falta de escrúpulos del alcalde de Pravia, que no duda en poner en riesgo la salud de todos los vecinos para evitar dimitir y poder aferrarse a su cargo y a su sueldo», sentenció.
Por su parte, la diputada regional del Partido Popular, Cristina Vega, alertó de lo que podría ser un trato desigual del Gobierno del Principado en materia de salud pública. «Los informes sobre las piscinas de Pravia muestran deficiencias reiteradas en la calidad del agua y en el mantenimiento general de las instalaciones, que se habrían prolongado durante más de un año sin una corrección efectiva». Pese a ello, las piscinas habrían permanecido abiertas al público, «algo especialmente preocupante tratándose de una instalación municipal utilizada por niños y familias», señaló Vega.
La diputada recordó que en otros concejos la respuesta fue muy distinta: “En Ibias, donde gobierna el Partido Popular, una sola analítica desfavorable bastó para que la Consejería ordenara el cierre inmediato de la piscina, y no permitió su reapertura hasta que se acreditó la resolución del problema. En cambio, en Pravia, concejo gobernado por el PSOE, los informes desfavorables se repitieron durante más de un año sin que se adoptaran medidas efectivas”, subrayó.
En este sentido, añadió que «esto no es un hecho aislado, sino que vendría a repetir un patrón que ya se ha visto con el agua potable, cuando se produjo un brote de gastroenteritis y la consejería descartó rápidamente que el origen estuviera en el agua, pese a los informes médicos que apuntaban a esa posibilidad». «En cambio, en Cangas del Narcea, concejo gobernado por el PP, ante un brote similar, la misma Consejería señaló al agua antes de tener los análisis, y cuando estos demostraron que no era la causa, no se rectificó públicamente”, explicó Vega.
“No puede ser que la salud pública parezca depender del color político del Ayuntamiento. El Gobierno del Principado debería aplicar el mismo rigor y la misma transparencia en todos los concejos, porque el agua —sea de una piscina o del grifo— no entiende de siglas,” concluyó.