Las bombas han vuelto a callar sobre Gaza. Pero la fragilidad del alto el fuego no desaparece. Para evitar su colapso, el enviado especial de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a la región, Steve Witkoff, y su yerno y asesor, Jared Kushner, han aterrizado en Israel un día antes de que llegue el vicepresidente, JD Vance. Mientras, en el enclave palestino, han habido algunos incidentes violentos que han provocado víctimas mortales en una tensa calma después de la jornada más letal desde la entrada en vigor de la tregua hace 10 días.
Sólo hace una semana que Witkoff y Kushner dejaron Israel tras el festival de aplausos y felicitaciones que fue el lunes pasado. Con los cielos en silencio sobre Gaza, todos los rehenes israelíes vivos fueron liberados, y unos pocos cuerpos de los cautivos muertos también. El propio Trump visitó Israel y Egipto durante unas horas, y el alto el fuego se firmó. Desde entonces, el optimismo se ha disipado. Aunque las partes han expresado su compromiso en mantener la tregua, hay motivos de disputa.
Israel exige a Hamás que entregue el resto de cuerpos, 16 en total, y el grupo palestino pide que permitan la entrada de la maquinaria pesada que les permita buscarlos entre los escombros. Esta noche, a las 20.00 horas locales (19.00 hora peninsular española) tendrá lugar la entrega de otro cuerpo. Además, la violencia contra los palestinos ha continuado en Gaza, con al menos 45 muertos en las últimas 24 horas, y la entrada de ayuda humanitaria se mantiene a niveles mínimos. La oficina de medios de Gaza ha dicho que los ataques israelíes han matado a al menos 97 palestinos desde la entrada en vigor del alto el fuego, el cual han violado al 80 veces, en una violación del derecho internacional humanitario.
Momento delicado
Witkoff y Kushner han vuelto a aterrizar en Tel Aviv para recuperar ese optimismo y afianzar los compromisos. Una fuente familiarizada con su visita ha dicho a Haaretz que, en su reunión prevista con el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, conversarán sobre la segunda fase de la implementación del plan de Trump. Esta contempla el despliegue de una fuerza internacional de estabilización en Gaza, la retirada del Ejército israelí de la Franja y el desarme de Hamás. A su vez, se espera que la visita del vicepresidente de este martes también se centre en estos temas.
El medio israelí informa que Estados Unidos planea presentar próximamente un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para designar la fuerza internacional para Gaza. La propuesta, que también definiría el mandato de la fuerza, está siendo impulsada por Francia, el Reino Unido y los países árabes. La llegada de Witkoff y Kushner llega en el que probablemente sea el momento más delicado del alto el fuego. El domingo, dos soldados israelíes murieron en lo que Israel dijo que fue un ataque de Hamás al sur de la Franja, pero el grupo palestino no lo reivindicó. Trump sugiere que el liderazgo de Hamás no estuvo involucrado en el ataque mortal, y culpó en cambio a «algunos rebeldes dentro«. El presidente afirma que el alto el fuego sigue vigente.
«Los israelíes estaban perdiendo el control»
Tras el incidente, el Ejército anunció la suspensión de los envíos de ayuda humanitaria a la Franja, siguiendo órdenes de los líderes políticos. Sin embargo, bajo presión estadounidense, los envíos de ayuda se reanudaron rápidamente. Este martes docenas de camiones con comida y ayuda humanitaria han entrado por los cruces de Karem Abu Salom/Kerem Shalom y al Karara/Kissufim. El de Rafah, en la frontera con Egipto, sigue cerrado, impidiendo no sólo la entrada de ayuda sino también la evacuación médica de palestinos heridos y enfermos. Durante este lunes, el Ejército israelí ha reconocido haber disparado y matado a varios palestinos en el barrio de Shujayea, en Ciudad de Gaza, alegando que “representaban una amenaza” para los soldados israelíes después de cruzar la línea amarilla. Otros dos palestinos han sido asesinados en el barrio de Tuffah por disparos israelíes. Además, se han reportado explosiones en Jan Yunis, en el sur de la Franja.
Antes de su viaje a la región, los enviados del presidente han dado una entrevista al programa ’60 minutes’ de CBS. «El mensaje más importante que hemos tratado de transmitir a los líderes israelíes es que, ahora que la guerra ha terminado, si quieren integrar a Israel con el Oriente Próximo más amplio tienen que encontrar una manera de ayudar al pueblo palestino a prosperar y hacerlo mejor», ha dicho Kushner. Israel, en cambio, no ha dado la guerra por terminada, lo que puede levantar ampollas entre los dos aliados. Witkoff ha confesado en la entrevista que el ataque de Israel en Doha contra los líderes negociadores de Hamás dejó al equipo estadounidense sintiéndose «un poco traicionado».
Trump sintió que «los israelíes estaban perdiendo un poco el control» después del bombardeo en la capital qatarí, ha agregado Kushner. El presidente obligó a Netanyahu a pedir disculpas a Qatar, que se había retirado como mediador en las negociaciones y es un «aliado fuerte» de Estados Unidos. El ataque mató a cinco miembros de Hamás y un oficial de seguridad qatarí, pero todos los principales líderes políticos del grupo sobrevivieron. Ahora, se encuentran en El Cairo para continuar las negociaciones del frágil alto el fuego. La delegación, encabezada por el alto funcionario Jalil al Hayya, abordará el domingo «las decenas de ataques aéreos que causaron la muerte de decenas de personas» en la Franja, y se reunirá con funcionarios egipcios para tratar un próximo diálogo intrapalestino organizado por Egipto con el objetivo de «unificar a las facciones palestinas«, según ha dicho una fuente cercana a las negociaciones a la Agence France-Presse.
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