La Universitat de les Illes Balears (UIB) se alinea con el Colegio Oficial de Psicología de Balears (COPIB) y respalda al Govern por su polémica contratación de 16 psicólogos sin especialidad clínica para que trabajen en los centros de salud de Baleares, pese a que no tienen la titulación PIR que exige la ley para ejercer en el sistema público.
La semana pasada, tanto la Sociedad Española de Psicología Clínica (SEPC) como el Sindicato Médico de Baleares (SIMEBAL) reprocharon a la conselleria de Salud la contratación irregular de estos profesionales. Sin embargo, la UIB argumenta que estos profesionales tienen el Máster Universitario en Psicología General Sanitaria y que por tanto están capacitados para trabajar en los centros de salud: «En el máster adquieren las competencias necesarias para llevar a cabo perfectamente las tareas de promoción de la salud psicológica y dar una primera respuesta a los problemas psicológicos en Atención Primaria», aseguran.
En un comunicado, la Facultad de Psicología de la UIB ha defendido que la labor de estos psicólogos se centrará en la promoción del bienestar, la prevención de trastornos y el manejo de problemas de conducta, sin asumir las funciones que corresponden a los especialistas en Psicología Clínica formados vía PIR.
Argumentan que la incorporación de estos perfiles se produce en un «contexto normativo complejo» y menciona que, ante la falta de especialistas, otras comunidades autónomas como la Valenciana ya han regulado la presencia de psicólogos generales sanitarios en los equipos de salud pública. En este sentido, la facultad considera «positiva cualquier iniciativa que contribuya a mejorar la atención psicológica de la población».
No obstante, subrayan que sería «conveniente definir con claridad las funciones, competencias y límites de actuación» de estos nuevos psicólogos, para garantizar su «complementariedad con los servicios especializados» y evitar «la sustitución de perfiles con formaciones diferenciadas».
El Govern balear anunció hace dos semanas la contratación de estos 16 profesionales, que empezaron a incorporarse el 15 de octubre. Según explicó entonces la consellera de Salud, Manuela García, su tarea consistirá en reforzar la atención psicológica comunitaria en los centros de salud. La medida ha generado un controvertido debate, pues la SEPC y el Sindicato Médico recuerdan que contraviene la normativa sanitaria y que no tienen la titulación necesaria, mientras que el COPIB ha adoptado la postura contraria y asegura que están «plenamente formados y capacitados por sus años de experiencia en el ámbito sanitario». El Govern, por su parte, ya ha adelantado que no rectificará y que seguirá contratando psicólogos sin especialidad clínica.