Los ministros de Energía de los veintisiete países de la Unión Europea han dado este lunes el visto bueno a la propuesta de la Comisión Europea de prohibir progresivamente las importaciones de gas ruso, a partir del próximo año, con el objetivo de acabar con la dependencia energética de Rusia de aquí a 2028.
La Unión Europea está más cerca de cerrar el grifo al gas ruso. Este lunes, los ministros de Energía de los veintisiete países del bloque han respaldado la propuesta de la Comisión de prohibir progresivamente las importaciones a partir de 2026. Que sea posible dependerá de un acuerdo con la Eurocámara, que aún debe fijar su posición.
«El paquete de la libertad», lo ha llamado Lars Aagaard, ministro de Energía de Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo. El danés ha destacado en una declaración en los márgenes de la reunión del Consejo la importancia de una decisión que «determinará el futuro de nuestro continente». Gracias a esta legislación, ha dicho Aagaard, Europa «no financiará más la maquinaria de guerra de Rusia».
También el comisario de Energía y Vivienda, Dan Jorgensen, ha destacado el acuerdo como una decisión «sin precedentes» para la UE. «Hoy enviamos una señal muy clara: ya no permitiremos que Rusia utilice la energía como arma contra nosotros. Ya no aceptaremos depender de la energía de un agresor. Y ya no ayudaremos a financiar indirectamente la guerra de Putin contra Ucrania», ha dicho el también danés.
Veto a las importaciones
El pasado mes de junio, la Comisión Europea presentó una propuesta para poner fin a las importaciones de gas desde Rusia. Lo hizo en forma de restricciones a las importaciones, una medida que solo requiere mayoría. El objetivo era evitar tener que recurrir a sanciones que se deciden por unanimidad, esquivando así el veto de países como Hungría o Eslovaquia que se han opuesto este lunes a la medida.
La propuesta prevé prohibir progresivamente las importaciones de gas ruso tanto por gasoducto como de gas natural licuado, a partir de 2026, con vistas a prohibir completamente las importaciones a partir del 1 de enero de 2028. El texto acordado por los gobiernos europeos, eso sí, da cierta flexibilidad y un periodo de transición para las empresas que tengan contratos en curso.
En la práctica, no es la Comisión o los gobiernos nacionales quienes importan, sino empresas privadas. Por eso, Bruselas alega que estas podrán invocar cuestiones de fuerza mayor para romper los contratos que vayan más allá de esa fecha, sin tener que enfrentarse a problemas legales.
Garantizar el suministro
La posición acordada este lunes por el Consejo también propone aligerar la carga administrativa para facilitar las importaciones de gas de proveedores alternativos. En paralelo, propone aumentar los requerimientos para las importaciones desde Rusia durante el periodo de transición, precisamente para desincentivarlas. En ambos casos, las empresas importadoras tendrán que notificar la entrada al menos cinco días y un mes, respectivamente.
Además, la legislación original exigía a los gobiernos europeos que presentaran planes nacionales explicando qué medidas estaban tomando para diversificar su suministro de gas. El texto pactado por el Consejo abre la puerta a eximir a aquellos países que puedan probar que ya no importan el gas ruso directa o indirectamente.
Jorgensen reconoce que garantizar que los europeos encuentren proveedores alternativos es «un reto», pero también insiste en que es «manejable». El comisario confía en que las medidas no tengan un impacto importante en la factura de los europeos. En este contexto, el ministro danés ha destacado la importancia de la «solidaridad europea» y de mantener el foco sobre los potenciales efectos negativos.
«Durante demasiado tiempo, hemos dependido en exceso de un único proveedor. Un proveedor que ha convertido la energía en un arma, que la ha utilizado para ejercer presión política sobre los países europeos», ha dicho Aagaard destacando la importancia del acuerdo. El ministro danés se ha comprometido a tratar de cerrar un acuerdo con el Parlamento Europeo antes de que acabe el año.