En un contexto de debilidad provocado por la peor gestión en la historia del club, con una inversión mínima y un objetivo claro por definir desde arriba, los futbolistas del Valencia deben dar el paso al frente que el entrenador requiere. La Liga se ha puesto seria y las hostilidades empiezan a dejar señales. Los pupilos de Carlos Corberán cierran esta noche la novena jornada frente al Alavés (21:00 horas, Mendizorroza) con una renta de solo dos puntos sobre las posiciones de descenso, esas mismas que el pasado curso amargaron la existencia a los valencianistas a lo largo de 24 jornadas.
En una rueda de prensa controvertida, el CEO de Fútbol, Ron Gourlay, dijo que el Valencia «necesita hombres, no niños». A pesar de que en una respuesta posterior quiso matizar lo dicho, el escocés mandó un mensaje a los futbolistas tras un triste inicio de curso, agravado con un punto de nueve posibles frente a Espanyol (2-2) y los colistas en el momento de enfrentarse a ellos, Real Oviedo (1-2) y Girona (2-1). En sus comparecencias antes y después de los partidos, el entrenador, Carlos Corberán, ha aludido recurrentemente a la urgencia de mejoras en la actitud competitiva del equipo.
En la previa de este Alavés – Valencia, Corberán pidió un «paso hacia delante» a los jugadores, un mensaje que también resuena de puertas para dentro. Bajo las deficiencias que generan la gestión en el club, el valencianismo necesita de la madurez de sus futbolistas en un momento en que las cosas pueden complicarse. «Es momento de demostrar, competir y dar lo mejor de nosotros mismos», espetó el técnico. De lo contrario, los fantasmas de la Segunda división podrían volver a aparecer como sucedió en las campañas 22/23 y 24/25.
Después de las jornadas iniciales, la competición entra en una fase en la que los despistes se pagarían todavía más caros. El Mallorca ganó por sorpresa en Sevilla y este domingo Celta y Real Sociedad se han repartido los puntos en Balaídos. Por ello, antes del partido en Vitoria solo hay cuatro equipos con menos puntos que los ocho del Valencia, los gallegos, con siete, y los tres en descenso, con seis: Real, Oviedo y Girona. La clasificación se aprieta y, para que los futbolistas blanquinegros sean capaces de escapar del bucle de otros años, su entrenador reclama el máximo compromiso.
El cambio, la reacción o el resurgir, como quiera llamarse, no puede aplazarse más allá de Mendizorroza. Después llegará un ‘Tourmalet’ de tres partidos complicados y peligrosos con equipos que en esta Liga partida en dos se han quedado en el lado de los poderosos: Villarreal, Real Madrid y Betis. Ese lado del que ha caído el Valencia por obra y desgracia de la administración Meriton.
La seriedad que pide Corberán consiste en aumentar frente al Alavés, especialista en esas lides, la concentración y eficacia defensiva ante acciones a balón parado y pelotas colgadas al área. Son cuatro los goles que de esta manera han condenado al Valencia en esa serie negativa de duelos con Espanyol, Oviedo y Girona. También, por el compromiso de hacer que los buenos momentos en los partidos tengan mayor continuidad. «Tenemos que tener madurez competitiva, saber sufrir», lo llama Corberán.
A los problemas deportivos, se agregan los físicos: las lesiones. Contra el Alavés, rival con tres puntos más que el Valencia, habrá bajas importantes. El central Diakhaby, el lateral derecho Foulquier, el medio suizo Ugrinic y el extremo Ramazani. En el lateral diestro, el entrenador se ve obligado a volver a apostar por la titularidad de un Thierry Rendall, que en Girona evidenció que, tras casi un año lesionado, se encuentra falto de ritmo competitivo. Para el centro de la zaga, junto a Tárrega, lo previsible es que regrese Copete.
Mientras tanto, en el bando babazorro, las noticias médicas son mucho más positivas. Eduardo Coudet cuenta con todos sus jugadores disponibles, a excepción de Facundo Garcés, que continúa sancionado por la FIFA. El ataque, con una pareja formada por Lucas Boyé y el valenciano Toni Martínez, causa respeto. Todavía más, con el auxilio en los costados de Carlos Vicente y el ‘guerrero’ central Nahuel Tenaglia.
El Valencia no gana desde hace ocho años en Vitoria, ante un Alavés que recuperó su poso ante el Elche y se ha convertido en uno de los equipos menos goleados del campeonato. Hugo Duro, que busca su gol 40 como valencianista en 150 partidos, y Arnaut Danjuma son las principales armar para romper con esta negativa racha en tierras alavesas y comenzar a mirar más hacia arriba que hacia abajo.