La entrada costaba 5 pesetas

El fútbol femenino ha vivido una gran evolución en los últimos años, mejorando tanto las condiciones de las jugadoras como la visibilidad y el interés del público por estos partidos. A día de hoy es ya un fenómeno de masas, pero la historia no ha sido sencilla.

El Mundial que ganó la selección española en 2023 marcó un antes y un después en el fútbol femenino en España. Pero, antes de ello, hubo cientos de mujeres que trataron de hacerse hueco en este mundo reservado solo para los hombres, futbolistas que lucharon por ser respetadas y por poder dedicarse a su pasión.

En Zaragoza, actualmente, no hay ningún equipo de fútbol femenino en Primera División y el principal club de la ciudad es el Zaragoza CFF. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una ciudad sin tradición y buen ejemplo de ello fue la final de la Copa de la Reina de 2024 que se celebró en La Romareda con 25.617 espectadores.

De hecho, es sorprendente que el primer partido de fútbol femenino celebrado en Zaragoza fuese hace ya 100 años. En concreto, el encuentro tuvo lugar un 20 de octubre de 1925, cumpliéndose este lunes el primer siglo.

Aunque, está claro que desde ese momento hasta el presente, el camino hasta normalizar a mujeres jugando a fútbol ha sido arduo y largo y aquella fecha fue algo anecdótico.

Primer partido en Zaragoza

En un contexto en el que crecía la rivalidad entre los dos principales equipos de fútbol de la ciudad, el Real Zaragoza C.D. y el Iberia S.C, los directivos del primero, con el objetivo de ir un paso por delante y colgarse una medalla, organizaron el primer partido de fútbol femenino en la ciudad, según recogen las investigaciones históricas de la Peña Zaragocista La Convivencia.

De esta forma, se disputó en el campo Torre Bruil, donde jugaban entonces los Tomates.

Así pues, el Atalante Brusselles, campeón actual de la Liga Belga, se medía en un amistoso al Fémina Club Brusselles siguiendo con la gira que estos equipos femeninos estaban haciendo en algunas ciudades españolas. “Jugaban el amistoso y en el descanso hacían una muestra de gimnasia”, detallan desde la peña.

Anteriormente, lo habían hecho en Vigo o en San Sebastián, y de camino de jugar en la ciudad vasca, el tren se retrasó y obligó a posponer el enfrentamiento de Zaragoza. En principio se iba a disputar un lunes 19 de octubre a las 3 de la tarde, pero tuvo que aplazarse al martes 20 de octubre, fecha oficial de su celebración.

La entrada costaba 5 pesetas y el cartel que lo publicitaba anunciaba lo siguiente: “Acontecimiento sensacional. Novedad deportiva. Dos equipos femeninos de fútbol”.

Cartel que anunciaba el partido.


Cartel que anunciaba el partido.

Tal y como recogen los testimonios, algunos acudieron al partido por la mofa de ver a una mujer con falda y medias chutar al balón, algo que no entendían que se les pudiera dar bien.

“Zaragoza no estaba preparada para el fútbol femenino. Su fútbol no es que fuera brillante, y unido al machismo que había entonces, en el aficionado no cuajaba”, explican.

Además, llama la atención que la escasez de integrantes de los dos equipos, 7 por cada uno, llevó a terminar el partido antes de tiempo con victoria del Atalante Brusselles. “Habían hecho varios amistosos y cuando llegan a Zaragoza hay varias jugadoras que están lesionadas y solo pueden jugar 14. En principio eran equipos de 9 (18 jugadoras)”.

Atalante Brusselles.

Durante el partido alguna jugadora sufrió golpes y, unido a que a la gente no le cuadraba que las mujeres pudieran jugar a fútbol, se decidió suspender antes del final.

Por último, como anécdota, la Peña Zaragocista de La Convivencia cuenta que hubo varios aficionados que “por la belleza de la delantera del Atalante, querían subirla a hombros para festejarla”. No obstante, al final esto no se hizo.

Pese a todo, el Real Zaragoza C.D. celebró el éxito de su organización.

Crónica en la prensa del partido.


Crónica en la prensa del partido.

Historia posterior

Zaragoza quería demostrar que las mujeres eran necesarias en el deporte y hubo un segundo intento de partido en 1930. Se jugó en Torrero entre el Valencia y el España F.C.

40 años después, el Real Zaragoza intenta crear la sección de fútbol femenino en 1971 con Trinchant, un experimentado jugador de fútbol, como entrenador. Sin embargo, no había rivales de equipos femeninos y solo jugaban en verano partidos amistosos contra gente de pueblos. Finalmente, a los 3 o 4 años, desapareció.

Así pues, hay que esperar a inicios de los 80 para ver la primera liga de fútbol femenino en Zaragoza, de la que el Garrapinillos fue el primer campeón.

Eso sí, el gran club de esta época fue el C.D. Gloria, que vestía de azul y blanco y llevaba el escudo del león. Este llegó a competir a nivel nacional contra el Barcelona en la Copa de la Reina, pero por aquel entonces el fútbol en Zaragoza todavía no podía competir contra rivales de este rango.

Poco a poco fueron ganando apoyo y surgieron más conjuntos, mientras las futbolistas superaban los obstáculos de la desigualdad.

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