Ana Barceló ha vuelto al PSOE de Alicante. La portavoz municipal, que durante mucho tiempo se ha mantenido al margen de la vida orgánica del partido, ha participado por primera vez en una reunión de la gestora local, el órgano provisional que dirige José Antonio Amat desde la dimisión de Miguel Millana. Su presencia en el encuentro, celebrado en la sede de los socialistas alicantinos de la sede de la calle Pintor Cabrera, marca un punto de inflexión en el proceso de reconciliación entre el grupo municipal y la estructura del partido, distanciados durante años por las disputas internas en torno a la influencia de Ángel Franco.
La cita se produce después de que, en el encuentro del pasado 23 de septiembre, la gestora y el grupo municipal acordaran que Barceló se incorporara de forma estable a las reuniones de coordinación. Ese gesto, que en otro momento habría parecido impensable, se interpreta en el seno del partido como una señal de normalización, síntoma de que el PSOE alicantino intenta cerrar heridas y reconstruir canales de diálogo.
Fuentes socialistas explican que la reunión de este lunes ha servido para “poner puntos en común y analizar la actualidad de la ciudad”, además de repasar los temas que el grupo municipal llevará al pleno del próximo jueves 30. Barceló ha expuesto las seis iniciativas que defenderá su grupo: tres de ámbito general —una sobre la designación de los hospitales públicos con el nombre de Ernest Lluch en València y Elche, otra relativa al acceso a mamografías y una tercera sobre el aborto— y tres centradas en cuestiones locales, como los centros de mayores, las deficiencias en Villafranqueza y la implantación de un bono-consumo municipal.
Valor simbólico
En el ámbito interno, desde la gestora se insiste en que la participación de la portavoz es “lo normal en cualquier partido bien coordinado”, pero se admite que, en el contexto de Alicante, tiene un valor simbólico. “Era necesario volver a tejer confianza”, resumen varias fuentes, que destacan la voluntad de ambas partes de actuar como un único bloque frente al Gobierno de Luis Barcala. “Barceló es el hilo conductor entre el partido y el grupo municipal”, apuntan desde la dirección interina.
El órgano que preside Amat continúa además con su plan de acción para los próximos meses, con reuniones quincenales y una hoja de ruta que se prolongará más allá de las elecciones municipales de 2027. Entre sus objetivos inmediatos figura recoger propuestas de los militantes y mantener la conexión con los concejales, una fórmula que busca evitar los desencuentros del pasado y consolidar una estructura estable en la capital.
La reunión de este lunes también ha tenido componente político. La gestora ha analizado los últimos anuncios del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, sobre inversiones autonómicas en la ciudad y ha publicado un comunicado crítico con el Consell. En él, los socialistas acusan al Ejecutivo del PP de “reciclar proyectos heredados del Botànic” y de sustituir la gestión por propaganda. “Viejos proyectos con nuevos titulares. Mazón vende como novedades actuaciones heredadas”, lamentan, en alusión a la Ciudad de la Justicia, la Estación Central del TRAM o los centros de salud del PAU 2 y Garbinet.
«Retrasos estructurales»
El comunicado señala que “los retrasos estructurales de Alicante no se resuelven con ruedas de prensa ni con fotos” y exige al Consell que acelere la ejecución real de las inversiones comprometidas. En el partido local reconocen que el tono de la nota refuerza la idea de unidad en la acción política, una estrategia que pretende proyectar al PSOE de Alicante como una oposición cohesionada y con discurso propio.
Tras años de fracturas internas, la imagen de Barceló sentada junto a los dirigentes de la gestora refleja el intento de recomponer la organización socialista en la capital. Ahora falta por ver si ese equilibrio se podrá mantener y si la sensación de normalidad se traslada más allá de la foto de la reunión de este lunes.
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