Ale García es el canterano de moda. El nene de oro en una UD Las Palmas que se agarra a su figura para conseguir el tan ansiado gol. Un renacido que ve portería cada 219 minutos y que ya se ha apuntado a pichichi. Con una irrupción mágica y con la confianza que le había faltado estos años atrás, Ale García encontró en el técnico Luis García el sostén que tanto anheló en el Atlético Madrileño la temporada pasada o en las inferiores de la UD antes de salir cedido al Antequera CF. El ejemplo de que con resiliencia todo llega: este curso suma diez partidos (876′), cuatro goles y una asistencia.
Ale García conduce el balón en un momento del partido ante el Eibar / ANDRES CRUZ
A sus 22 años, García se ha convertido en titular indiscutible en la entidad amarilla. De los diez partidos que ha jugado, en siete de ellos lo ha hecho durante los 90 minutos y ha sumado 10 de los 18 puntos que acumula el conjunto grancanario. Abrió su lata goleadora ante el Andorra en el estreno de la UD en la categoría de plata (1-1), anotó ante el Córdoba una semana más tarde (1-3), marcó el gol de la victoria en Butarque frente al Leganés (0-1) y volvió a ver portería el domingo ante el Eibar (3-1). Además, a esas cuatro apariciones mágicas hay que sumar una asistencia ante la Real Sociedad B.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para el canterano grancanario y su trayectoria hacia el éxito no ha sido lineal ni mucho menos. En 2023 salió cedido al Antequera CF, donde demostró un buen rendimiento: ahí jugó 37 partidos, anotó siete goles y dio cuatro asistencias. Pero al terminar ese año, con sus estadísticas encima de la mesa, el filial del Atlético de Madrid con el míster Fernando Torres a la cabeza se fijó en él. Puso rumbo a Madrid y tuvo protagonismo en 14 partidos. Marcó un gol y su figura quedó olvidada en el banquillo del club rojiblanco al no poner de su parte para devolver la mejor versión del canario.
Vinculado a la UD hasta 2029
Tras dos años curtiéndose como profesional, este verano volvió a casa con el objetivo de ser importante en el club que le había visto crecer. Apostaron por él y a finales de julio, tras haber hecho la pretemporada con el primer equipo en Marbella, llegó la recompensa al trabajo y renovó su contrato hasta junio de 2029. «Le renovamos en verano porque estábamos seguros de que había mejorado muchísimo y estamos encantados con su rendimiento», expresó el presidente Miguel Ángel Ramírez hace una semana.
Un jugador multiusos que esta temporada ha jugado en los dos extremos y como delantero ante la ausencia de Milos Lukovic por sanción. Pero donde mayor desparpajo muestra con el balón es en el extremo izquierdo, una posición en la que ha jugado seis partidos, anotando dos goles y dando una asistencia. Una aparición mágica con la UD que ha hecho que su valor de mercado se dispare, de los 250.000 euros en el mes de junio al millón de euros que cotiza en la actualidad.
Cuatro goles en un historial con el primer equipo que está empezando a escribirse, y unas celebraciones que dejan entrever un camino marcado por la lucha. En tres ocasiones ha optado por llevarse la mano a la oreja y lanzar un grito de rabia acumulada, tal y como calificó él mismo. En la otra celebración, el canterano imitó a Cristiano Ronaldo con su ‘aquí estoy yo’, aportando calma a un equipo que sueña con el ascenso a Primera División. En Ale han encontrado el camino, y Ale ha encontrado en la UD esa confianza que necesitaba para brillar. Una apuesta ganadora y un canterano que está de moda.
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