La pelea en los aledaños de Siete Palmas no ha sido el único capítulo de violencia alrededor del fútbol en Canarias este fin de semana. La tranquilidad habitual de un campo de fútbol base en Tíncer, en Santa Cruz de Tenerife, se vio alterada el pasado viernes 17 de octubre cuando un partido de la categoría Juvenil Primera del grupo 2 terminó en una pelea multitudinaria. El encuentro, que enfrentaba a la Unión Deportiva Campana y a la Sociedad Deportiva Valleseco B, fue escenario de una escena caótica que ha encendido las alarmas en el ámbito del deporte juvenil.
Lo que comenzó como una agresión puntual entre dos jugadores terminó derivando en una batalla campal que involucró a jugadores titulares, suplentes e incluso aficionados que invadieron el campo. Las imágenes grabadas por asistentes muestran empujones, golpes, gritos, jugadores sin camiseta e intentos desesperados del cuerpo técnico y del árbitro por contener la situación.
¿Qué ocurrió exactamente durante el partido?
Según testigos y vídeos que circularon rápidamente por redes sociales, todo comenzó cuando un jugador del UD Campana agredió a un rival del Valleseco tras una jugada polémica. Esta acción fue el detonante para que otros miembros de ambos equipos, incluidos los que estaban en los banquillos, se sumaran a una riña generalizada.
Pese al caos y a la evidente alteración del orden, el partido se reanudó poco después de que se calmara la situación, finalizando con un resultado oficial de 1-2 a favor de la SD Valleseco B.