Ferit ha entrado en la habitación de la UCI sabiendo que podía ser la última vez que viera a Pelin. Pero en lugar de la rabia por el engaño, ha elegido la compasión. Se ha sentado a su lado y le ha hablado desde el corazón, recordándole su historia juntos. “Crecimos juntos, Pelin. Eres mi primera novia. Eres mi mejor amiga”, le ha dicho con un amor que Pelin ya no esperaba.
Ella, al borde de la muerte, ha intentado confesar su gran mentira: “Hay cosas que no sabes”. Pero Ferit no quería la verdad, solo quería darle paz. “Tienes carta blanca… Te perdono, Pelin”, le ha dicho, borrando todo el pasado.
Ha sido entonces cuando él le ha prometido un futuro idílico en el que el bebé estaba vivo y eran una familia feliz. “Tú, el niño y yo nos iremos juntos de vacaciones. Haremos compras muy bonitas. Pasaremos días muy felices juntos, Pelin. Piénsalo. Imagínatelo”.
Engañada por esa preciosa fantasía, Pelin le ha pedido que cuide de «su hijo» y, justo después de que Ferit le dijera que la quiere, el monitor que medía sus constantes vitales ha empezado a pitar. El corazón de Pelin se ha detenido.
Ferit solo ha podido gritar, desesperado, pidiendo ayuda a los médicos. ¿Ha muerto Pelin?