Precios de más de setenta euros. Dificultades para conseguir entradas lo que antes era disfrute; ahora se ha convertido en un reto. Pero Sentimiento Rojiblanco no se rinde, aunque pone sus límites: «Se están cargando el fútbol». Este domingo, 37 de sus miembros viajarán a Valladolid para animar al Sporting en el José Zorrilla (16.15 horas) para alentar al equipo. El viaje, uno de los grandes clásicos de La Mareona, se ha convertido en un salto de obstáculos para una afición que ve como viajar ya no es como antes. No lo tienen fácil: conseguir una entrada ha sido una carrera de obstáculos y el precio —70 euros por localidad— ha convertido el desplazamiento en un esfuerzo económico importante. Aun así, la peña estará presente, fiel a su costumbre de acompañar al equipo donde sea y como sea. A pesar de las dificultades, la peña consiguió llenar un autobús. El viaje, sin embargo, supone un gasto considerable. «Estamos preocupados porque los costes se disparen. En Almería, por ejemplo, hicimos noche por 32 euros, pero en desplazamientos como este la factura se multiplica», reconoce el presidente.
El desplazamiento a Valladolid era uno de los más esperados de la temporada. La cercanía, la rivalidad y el momento del equipo invitaban a un viaje masivo. Pero la ilusión se topó con la realidad: pocas entradas y precios muy por encima de lo habitual -mínimo 70 euros-. «Nos parece fatal pagar eso por un partido de Segunda División. Es un lujo. Hay gente que ha llegado a desembolsar hasta cien euros por ver un partido de fútbol. Tenemos la sensación de que, en cierta manera, se están cargando el fútbol», lamenta Xuacu Rodríguez, presidente de la peña.
Conseguir las entradas, un reto enorme
Conseguir las entradas fue, además, un proceso complicado. «Tengo familia allí: primos, tíos, y amigos del hijo de mi prima que son abonados. Pero el Valladolid redujo de cuatro a dos las entradas por abono, y eso nos complicó mucho. Además, pusieron un texto prohibido en la compra que generó miedo entre algunos socios, explica Rodríguez.»FASFE lleva tiempo reclamando un precio único para las entradas visitantes, pero La Liga no lo ve. No se dan cuenta de que están matando una parte esencial del fútbol: la gente que viaja, la que anima, la que da color a las gradas», denuncia Rodríguez. Parece que el aficionado de toda la vida estorba. Sin embargo, somos los que mantenemos viva la pasión, incluso cuando el negocio nos da la espalda», resume su presidente.
Vía: La Nueva España