¿qué ocurriría si atacaran estos territorios?

Casi todo el territorio español está cubierto por el Tratado del Atlántico Norte, pero existe una excepción significativa que afecta a dos de sus territorios. A pesar de que España es miembro de la OTAN desde 1982, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no están formalmente amparadas por el artículo 5 de defensa colectiva, el pilar fundamental de la Alianza.

Un tecnicismo geográfico

Más sobre Ceuta y Melilla

La exclusión se debe a una cuestión técnica recogida en el texto fundacional de la organización. El artículo 6 del tratado limita su ámbito de actuación a Europa, América del Norte, Turquía y las islas al norte del trópico de Cáncer. Aunque Ceuta y Melilla están por encima de esta línea, su ubicación en la costa norte de África las deja, técnicamente, fuera del paraguas protector, a diferencia de las Islas Canarias, que sí están incluidas.

Esta particularidad no es exclusiva de España. Hawái, el estado número 50 de Estados Unidos, se encuentra en una situación similar al estar ubicado en el Océano Pacífico, lejos de las zonas geográficas que el tratado contempla de forma explícita para la defensa mutua.

La vía del artículo 4 y las tensiones políticas

Entonces, ¿qué ocurriría en caso de un ataque? La historia de la OTAN ofrece pistas. Durante la Guerra de las Malvinas, la organización no activó sus protocolos de defensa colectiva para ayudar al Reino Unido, pero varios países miembros le proporcionaron apoyo y armamento de forma individual. Este precedente sugiere que, aunque no hubiera una respuesta conjunta, España no estaría sola.

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Lateral de un avión AWACS de la OTAN

La vía más probable sería la activación del artículo 4 del tratado, que permite a cualquier miembro solicitar consultas cuando considere que su «integridad territorial, la independencia política o la seguridad» están amenazadas. Este mecanismo abriría la puerta a negociaciones y a la posibilidad de recibir ayudas individuales de los aliados.

Este debate sobre la seguridad de las ciudades autónomas se produce en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas. Las recientes declaraciones de Donald Trump, pidiendo represalias contra España por no alcanzar el 2% del PIB en gasto de Defensa, han añadido una capa de incertidumbre.

No obstante, desde la propia Alianza se ha querido calmar la situación. El primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, ha destacado recientemente la «unanimidad» dentro de la OTAN y ha asegurado que «España apoya totalmente los objetivos de defensa«, reafirmando el compromiso del país con la organización.

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