La expectación del sábado en Flora se concentraba en los alrededores del Palacio de Viana, donde resuena el Río flotante del flamante ganador de la octava edición, Wagner Kreusch. El «tronco brasileño«, así es como algunos lo han empezado a apodar cariñosamente por su robustez amazónica, como la de las cañas de bambú de la instalación, alcanzó la gloria en el festival de arte floral más importante del mundo durante la gala del viernes, cuando el alcalde, José María Bellido, pronunció su nombre. Kreusch se llevará de Córdoba el primer premio, dotado con 25.000 euros, y la seguridad de haber corroborado lo especial que era en un principio estar en Flora, como expresó al recoger el premio.
«Para mí era el favorito», ha zanjado una mujer que visitaba esta mañana los patios del festival por segunda vez, haciendo de anfitriona a un grupo de amigas. Después de conocer el veredicto del jurado, muchos visitantes han comentado su decisión de empezar por Viana la ruta de Flora 2025 y quitarse «la bulla lo antes posible», y eso que a primera hora de este sábado las colas no eran tan densas como en la jornada inaugural se podía ver en la Diputación de Córdoba.
Festival Flora 2025: artistas y mapas de localizaciones. / Ramón Azañón
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De varios puntos de España
Poco a poco, la avalancha de público sí ha ido poblando, como ya es costumbre en el fin de semana de Flora, las entradas en los cinco patios. Desde Madrid, Málaga o Salamanca se han fascinado, de forma deliberada o topándose de forma accidental, con las instalaciones del festival Flora, fuera cual fuera el destino. «Hemos pasado antes por la Mezquita y nos han dicho que había como una obra de arte efímera, de un festival de flores, y ahora, aquí [en la plaza de Jerónimo Páez], nos hemos encontrado con otra. No lo sabíamos, pero me parece una idea fascinante, sobre todo me ha gustado ésta [en referencia a la instalación del Museo Arqueológico]», ha compartido una salmantina de visita en Córdoba.
La obra de Paula Anta conquistó al jurado para llevarse el segundo premio de la octava edición de Flora, dotado con 10.000 euros. «Nos lo hemos pasado muy bien», aseguraba la madrileña al recoger el galardón en la gala de Orive. Ella y su equipo han recogido los frutos de su disfrute de mano del público cordobés, con fieles como Cari, una «fanática del festival» que se ha acercado a felicitarla por su trabajo y agradecerle su «valor como artista».

Varias personas se fotografían junto a la propuesta instalada en el Palacio de Viana. / A. J. González
‘Arbor’, una de las revelaciones
La instalación Arbor ha sido, sin duda, una de las revelaciones del festival más destacadas por los visitantes. Si en las visitas de este viernes había quienes la definían como «equilibrio y suspense», hoy otros que paseaban por el patio entre las ramas de álamo blanco han señalado «la armonía y libertad» que les sugiere.
Durante la espera de este sábado los más avanzados en Flora también hacían sus cábalas sobre cuál será la obra que distinga el público como la mejor, que dependerá de las votaciones en las redes sociales del festival.

Público visita la instalación floral instalada en Orive. / A. J. González