El retorno a la competición del Barça venía alterado por un aluvión de bajas que dejó bajo mínimos al ataque de Hansi Flick. Hubo cábalas de todo tipo para acertar el tridente por el que se decantaría al técnico germano y la puesta en escena deparó una gran sorpresa. Junto a Lamine Yamal, de vuelta a medio gas tras su lesión de pubis, y Rashford, ubicados en las bandas, emergió un chaval de 17 años que hizo su debut en la Liga: Antonio Fernández Casino. Con el dorsal 29 en una camiseta con el nombre de A.Fernández, Toni se movió como falso nueve en un experimento que no funcionó. El héroe en pleno caos fue Araujo, el central uruguayo que marcó como delantero en plan Alexanko.
No era un absoluto desconocido Toni Fernández para la afición culé. El jugador zurdo, nacido en Rubí, ya se estrenó con el primer equipo del Barça en el partido de Copa del curso pasado contra el Barbastro el 4 de enero de 2025. Entonces se convirtió en el debutante azulgrana más joven solo por detrás de Lamine Yamal. Tenía 16 años y 173 días. También tuvo protagonismo en las dos últimas pretemporadas. El verano pasado, incluso, marcó un gol contra el Daegu en Asia.
Toni Fernández, en una acción de este sábado en Montjuïc. / FCB
Procedente del Espanyol
El adolescente tuvo un debut efímero en la Liga ante el Girona, ya que Flick le sustituyó en el descanso por Fermín. El empate y las grietas del equipo condenaron al eslabón más débil. Aunque su posición favorita es la de extremo derecho, la que ocupa Lamine, también se mueve bien por todo el ataque.

Toni Fernández (derecha) felicita a Pedri tras su gol de este sábado. / Alejandro Garcia / EFE
Toni acumula siete años en el club azulgrana desde su llegada en 2018 procedente del Espanyol. Entonces tenía 10 años recién cumplidos y siempre fue un adelantado. Ha sido internacional con España en todas las categorías inferiores (sub-15, sub-16, sub-17 y sub-18). En transfermarkt ya tiene un valor de mercado de tres millones de euros, una cifra que asciende hasta los 200 en el caso de Lamine.
Intentos sin fortuna
El fenómeno de Rocafonda volvía al once tras un parón marcado por su viaje a Croacia en helicóptero con su novia Nicki Nicole mientras España disputaba dos partidos de clasificación para el Mundial 2026. El alud de bajas llevó a Flick a ubicarlo en el once y acarició el gol en el minuto 53. Fue de las últimas acciones del astro, que dejó su puesto a Roony Bardghji pasada la media hora.
No brilló Lamine, aunque acumuló intentos (6 tiros, 1 a puerta, 8 centros, 3 faltas recibías, 4 regates) en busca de algo productivo. Flick prefirió no forzarlo más y seguir con el plan establecido con el clásico contra el Madrid en el punto de mira. El técnico emuló a Johan Cruyff, ubicó a Araujo como ariete tal y como hacía el holandés con Alexanko, y el triunfo llegó en el último suspiro.
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