Las claves
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«Esta tarde, el vice primer ministro He Lifeng y yo compartimos conversaciones francas y detalladas sobre el comercio entre Estados Unidos y China. Nos encontraremos en persona la próxima semana para continuar nuestras discusiones», publicó Bessent en X.
Aunque el mensaje no especifica la fecha concreta ni el lugar en el que se llevará a cabo la reunión entre las delegaciones de los dos países, el secretario del Tesoro ya había adelantado que la semana que viene habrá un encuentro en Malasia para preparar la próxima cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, prevista a finales de octubre en Corea del Sur.
This evening, Vice Premier He Lifeng and I engaged in frank and detailed discussions regarding trade between the United States and China.
We will meet in-person next week to continue our discussions.
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) October 18, 2025
La llamada del viernes fue el primer contacto directo entre Washington y Pekín desde que China anunció restricciones a sus tierras raras, algo que Estados Unidos consideró una «escalada» en su guerra comercial.
En un comunicado publicado en su página web, el Ministerio de Comercio de China también se hizo eco de la videollamada entre Bessent y He, jefe del equipo negociador del país asiático, apuntando además a la participación del representante estadounidense de Comercio, Jamieson Greer.
«Ambas partes mantuvieron intercambios francos, profundos y constructivos sobre asuntos importantes de los lazos económicos y comerciales bilaterales», afirma el comunicado, en el que destaca las conversaciones sobre la forma de aplicar los acuerdos alcanzados entre Trump y Xi en sus contactos telefónicos.
Pekín también indica que ambas potencias «acordaron celebrar una nueva ronda de negociaciones (…) lo antes posible», pero tampoco especifica ni fecha ni lugar para ese encuentro.
Trump anunció la semana pasada que a partir del 1 de noviembre incrementaría de forma «masiva» los gravámenes que ya pesan sobre China, en represalia a lo que considera una conducta «hostil» de Pekín tras el anuncio de controles a la exportación de tierras raras y requisitos de licencias a cualquier producto que contenga partes de estos materiales.
Esto podría elevar a un 157% los gravámenes sobre las importaciones chinas. Esta represalia marca el mayor desencuentro con Pekín desde que ambas potencias acordaran una tregua para negociar una rebaja de los aranceles, que Washington elevó a 145% durante la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense tras su regreso a la Casa Blanca, según EFE.