El cáncer de mama será el segundo tumor más diagnosticado en España en 2025, y el primero en las mujeres. En los últimos años, su incidencia no ha parado de crecer —se prevén más de 37.000 casos este año—, pero la mortalidad ha descendido gracias a los programas de cribado y los avances en los tratamientos.
Aquellas pacientes que son diagnosticadas sin metástasis, el riesgo de recaída es del 20-22 %. Sin embargo, Lilly ha anunciado durante el Congreso Europeo de Oncología Médica (ESMO), que se celebra en Berlín, que su medicamento ‘made in Spain’ Verzenios (abemaciclib), reduce aumenta en un 40 % la supervivencia de las pacientes en estadios iniciales (EBC, por sus siglas en inglés) HR+ HER2- y ganglios axilares positivos.
Este fármaco, en combinación con terapia hormonal, está indicado para el tratamiento adyuvante —después de la cirugía— de pacientes con cáncer de mama precoz, positivo para el receptor hormonal (HR) y negativo para el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2), con afectación ganglionar y elevado riesgo de recaída.
«Es una excelente noticia para las mujeres y debemos estar muy contentos, porque este estudio ha contado con una gran contribución española, al margen del desarrollo y síntesis inicial del medicamento», declara a este periódico el doctor Miguel Martín, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón.
Durante ESMO, que reúne a miles de oncólogos de todo el mundo hasta el 21 de octubre en la capital alemana, la compañía farmacéutica presentó por «primera vez» datos que «demuestran que aumenta la supervivencia de las pacientes, un objetivo que es el final en cualquier tipo de tratamiento adyuvante o preventivo y que se consigue muy raras veces en la enfermedad precoz de mama, como la que se estudió en monarchE, en los tumores correctores hormonales positivos2.
Uno de los mayores avances de los últimos 20 años
En los casos de cáncer de mama en estadios iniciales, que «tiene una tasa de curación bastante alta y ha mejorado mucho en los últimos años», el riesgo de recaída siempre está presente y genera miedo durante las revisiones. Pero ahora, recalca el oncólogo, «tienen una mejor perspectiva de futuro».
En el grupo de pacientes con ganglios axilares positivos, el riesgo de recaída a 10 o 12 años era del 40 %. Con abemaciclib, «se reduce mucho ese riesgo, lo que supone para ellas una mayor tranquilidad y confianza. Ese miedo que mencionaba, realmente importante, se reduce notablemente con este medicamento».
El tratamiento es oral y se administra después de la cirugía y la quimioterapia, durante dos años, en combinación con la terapia hormonal, que generalmente se administra durante cinco años. Está disponible en nuestro país desde hace tiempo. «Lo estamos utilizando de forma regular, y cada vez hay más datos positivos sobre su eficacia».
Con esta noticia, «si algún médico tenía reticencias, los resultados actuales son motivo suficiente para que ninguna paciente española elegible deje de recibirlo«.
Este medicamento se desarrolló hace más de diez años, y su utilización reduce la tasa de recaídas en pacientes operables, lo que se traduce en más curaciones, subraya el doctor Martín. Aunque en la enfermedad metastásica no puede hablarse de curación, “sí logra aumentar la supervivencia”.
Aún queda mucho por avanzar, y la investigación sigue siendo fundamental para seguir mejorando
El cáncer de mama no es «solo» una enfermedad
Preguntado por cómo ha cambiado el abordaje de esta enfermedad en las últimas décadas, el especialista recalca que «hemos dado un salto enorme». Ahora “sabemos que el cáncer de mama no es una sola enfermedad, sino al menos cuatro tipos distintos, y tratamos cada uno de forma específica”.
También han surgido nuevos tratamientos anti-HER2 y opciones para los tumores triple negativos, lo que ha mejorado la expectativa de vida. Aun así, «queda mucho por avanzar, y la investigación sigue siendo fundamental para seguir mejorando».