Porsche ha informado este viernes de que ha iniciado conversaciones con Michael Leiters, exdirector ejecutivo de McLaren, para incorporarlo como CEO, ha explicado a través de un comunicado.
De forma paralela, la firma ha decidido que Oliver Blume dejará de ser CEO, por lo que abandona el rol dual que ocupaba dentro del grupo, aunque seguirá siendo presidente del Consejo de Administración de Volkswagen.
Porsche viene de lanzar a finales de septiembre un importante ‘profit warning’, al tiempo que anunció el retraso del lanzamiento de nuevos vehículos eléctricos (VE) y la priorización de coches híbridos y con motor de combustión. Porsche también recorta con mucha fuerza.
Esta decisión llega tras un descenso de la demanda de coches eléctricos de batería (BEV), que, sumada al impacto de los aranceles de Estados Unidos y la ralentización de las ventas en China, ha llevado al fabricante de automóviles de lujo a ajustar sus objetivos para 2025.
En concreto, Porsche ha mantenido su objetivo de ventas para el año fiscal 2025, situado entre los 37.000 y los 38.000 millones de euros, así como la meta de alcanzar una cuota de BEV de entre el 20% y el 35%. No obstante, la firma de Sttutgart ha recortado el margen EBITDA del negocio automovilístico hasta el 10,5%-12,5% (anteriormente, 14,5%-16,5%) y el retorno sobre ventas, que pasa de un rango estimado de entre el 5% y el 7% hasta el 2%.
También habrá ajustes en la política de dividendos de Porsche. Para el ejercicio 2025, el Consejo Ejecutivo tiene la intención de proponer una distribución de dividendos que supere «significativamente» la política de dividendos a medio plazo comunicada (aproximadamente el 50 % del beneficio después de impuestos). «Sin embargo, en términos absolutos, dicha distribución sería considerablemente inferior a la del año anterior», ha agregado la compañía