El colegio Irlandesas Loreto de Sevilla sabía que Sandra, la joven que se suicidó el pasado martes en Sevilla tras salir de la escuela, era víctima de bullying. En vez de activar el protocolo de acoso que recoge la Junta de Andalucía, «separó a las jóvenes de grupo y realizó un seguimiento», afirma una fuente de Educación a El Correo de Andalucía.
José Manuel López, presidente de la Asociación Trencats (organización en Cataluña que lucha contra la violencia en las escuelas, el acoso escolar y el maltrato) y padre de Kira López, otra niña que se suicidó tras sufrir acoso en el colegio, asegura tras estar en contacto con la familia que Sandra llevaba «sufriendo bullying» en el Irlandesas Loreto «dos años». «Es acoso porque es repetido en el tiempo», apunta López, cuya asociación presta ayuda legal a los padres de la joven sevillana.
El presidente de Trencats asegura que el colegio «se ha saltado el protocolo para ahorrarse el papeleo. Causa más trabajo. Es más fácil adoptar una medida unilateral». Además, esto sirve para «salvaguardar la imagen del colegio, que tiene que mantener una reputación». El Irlandesas Loreto, según López, no es único: «Nos encontramos muchos casos en los que los alumnos son vistos como clientes y eso no está bien».
López señala que la medida de separar a las jóvenes tras conocerse el caso de acoso «no está mal». Sin embargo, el colegio debe asegurarse de que víctima y agresor/agresores «no van a coincidir». «Que no habrá ciberbullying», por ejemplo, o que no mandará a habrá otro intermediario que ejecute el acoso.
De hecho, los colegios tienen una herramienta de información al respecto. «Tienen una base de datos para que los conflictos estén registrados. Para saber quién causa lo ocurrido y cuál es el conflicto», refiere López.
La Junta de Andalucía lo llevará a la Fiscalía
La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía expresó este miércoles sus condolencias a la familia de la menor fallecida y a la comunidad educativa. Además, señaló que tras lo ocurrido se abrió «de forma inmediata una investigación»: «Recogiendo tanto los testimonios de la dirección de este centro privado concertado como el registro documental tanto de las comunicaciones como de las actuaciones que el centro puso en marcha, levantando acta y elevando informe de propuesta de medidas».
Por ello, la Consejería de Desarrollo Educativo y FP va a derivar a la Fiscalía todo lo recabado y «abrirá un expediente administrativo, con los consiguientes requerimientos, para depurar las posibles responsabilidades». La Junta de Andalucía constató en su investigación que el Irlandesas Loreto, «aunque implementó una serie de medidas, no activó ni el protocolo de acoso ni el de conductas autolíticas, como así estaba obligado por la normativa vigente».
Irlandesas Loreto. / Jorge Jiménez
Las medidas implementadas, como ya se ha referido, se centraron en separar a las alumnas y hacer un seguimiento. Sin embargo, lo que se debería haber hecho nada más tener conocimiento es activar, al menos, el protocolo de acoso que ofrece la Junta de Andalucía. El primer paso en el mismo es comunicarlo al equipo directivo y en el paso posterior a la Inspección Educativa. En total, son hasta 12 los puntos.
El director es quien debe actuar
José Manuel López asegura que ahora la justicia «debería utilizar a policías especializados en menores y que interroguen a los niños y a los docentes, que son los que se encargan de la seguridad. La escuela es garante y aquí eso no se ha dado. La Policía va a buscar bullying de tipo delictivo u otro psicológico y social, que no es perseguido, aunque debería estar perseguido y penado porque induce al suicidio».
López destaca que la Junta sí ha actuado en este caso, pero asegura que en otros no ocurre lo mismo. Por ejemplo, denuncia lo ocurrido en el IES Severo Ochoa de Granada. «Aquí parece ser que cuando hay una muerte sí que actúan», se queja.
En todo caso, el padre de Kira «desea» que la Fiscalía «llegue hasta el final». «Una niña no se suicida porque sí», recalca. En cuanto a las responsabilidades judiciales a las que se podrían enfrentar los responsables del Irlandesas Loreto, asegura que «al director se le podría imputar por un presunto delito de omisión de socorro. No se hace [la activación del protocolo] porque no se quiere. Luego, que ese señor se defienda y demuestre que hizo lo correcto».
Tras conocerse la noticia de que no se ha activado el protocolo, El Correo de Andalucía trató de contactar con el colegio Irlandesas Loreto, aunque como en el día anterior, la dirección aseguró estar reunida. En todo caso, aseguraron que se remitían al comunicado emitido el miércoles al mediodía.