Hablar de matar a rivales políticos en cámaras de gas y declarar “amo a Hitler”. Definir efusivamente como “épica” la violación masiva de indígenas. Denigrar a personas negras como “monos” o “gente sandía” e insultar despectivamente a judíos o “maricones».
Todo eso y más es lo que hacían varios líderes regionales de los Jóvenes Republicanos de Estados Unidos en un chat privado en Telegram, al que ha tenido acceso el portal ‘Politico’. Y la publicación el martes de parte de los contenidos ha desatado un escándalo, dimisiones y condenas.
Rápidamente también, no obstante, el vicepresidente, J.D. Vance, ha restado importancia a lo desvelado. De hecho, el número 2 de Donald Trump, ha llegado a justificar que “los chavales, especialmente los chicos jóvenes, hacen cosas estúpidas. Dicen bromas ofensivas. Es lo que hacen”.
“No quiero que crezcamos en un país donde un chaval diciendo una broma muy ofensiva y estúpida le arruine la vida”, ha declarado el vicepresidente. Lo ha hecho, paradójicamente unas horas después de que el Departamento de Estado anunciara que ha revocado los visados a seis personas que hicieron en redes comentarios inapropiados sobre Charlie Kirk, el activista ultraconservador y organizador de jóvenes asesinado el mes pasado.
“Si se filtra estamos fritos”
‘Politico’ tuvo acceso a 2.900 páginas que entre enero y agosto compartieron en el chat de Telegram docenas de miembros de al menos cuatro capítulos estatales de los Young Republicans, Jóvenes Republicanos. Esta es una organización que tiene en todo EEUU 15.000 miembros de entre 18 y 40 años. Está alineada y se coordina con el Partido Republicano, aunque no forma parte de la estructura oficial de la formación y tiene liderazgo, estatutos y financiación propios.
Lo que revelan las conversaciones que se entremezclan con charlas sobre organización, logística, estrategia de redes o cotilleos es la normalización del uso de lenguaje e ideas racistas, sexistas, antisemitas, crueles y violentas entre los jóvenes conservadores. También, cómo hablan y escriben cuando creen que nadie les escucha o les lee y su conciencia de que lo que hacen va más allá de humor negro.
“Si alguna vez se filtra este chat estamos fritos”, escribió por ejemplo Bobby Walker, uno de los participantes, que actualmente presidía el capítulo estatal de la organización en Nueva York.
Múltiples ejemplos
Fue Walker quien usó el efusivo “épica” para hablar de la violación de indígenas por parte de los conquistadores españoles y uno de los que empleó despectivamente el término “maricones”, que aparece con frecuencia en el chat.
En un momento, por ejemplo, un miembro de Arizona preguntó a los de Nueva York si iban a ver un partido de la NBA y Peter Giunta, que aspiraba a presidir la federación nacional, respondió: “Si quisiera ver a monos jugar iría al zoo”.
Giunta, que aspiró a presidir la federación nacional, fue quien propuso “usar la cámara de gas” para quienes votaran en su contra en esa pelea por la presidencia. En otro momento del chat escribió “amo a Hitler” y en otro mostró su aprobación de un grupo de adolescentes republicanos destacando que “apoyan la esclavitud”.
Tras un vuelo dio un “consejo” a otros en el chat: “Si tu piloto es mujer y diez tonos de piel más oscuro que alguien de Sicilia, acábalo ahí”, escribió. Era un comentario racista muy similar a uno que hizo Kirk, que en una de sus críticas a programas de Diversidad, Equidad e Inclusión dijo que si veía un piloto negro pensaba: “espero que esté cualificado”.
Dimisiones
La tormenta ante las revelaciones del chat ha sido inmediata, Ya cuando ‘Politico’ empezó a contactar antes de la publicación a implicados y figuras republicanas destacadas que habían colaborado con ellos, como los congresistas Elise Stefanik y Mike Lawler, se iniciaron las disculpas, las condenas y muestras de rechazo y los despidos de algunos que trabajaban con cargos electos.
Giunta, que ha sido cesado como jefe de gabinete de un político local, se ha disculpado ante “los ofendidos por este lenguaje inexcusable e insensible”, pero también ha puesto en duda la veracidad de los mensajes y ha sugerido que podrían haber sido alterados. Lo mismo ha hecho Walker, al que han retirado una oferta para sumarse a la campaña de un candidato al Congreso.
Joe Maligno, otro líder neoyorquino, ha perdido su trabajo en el sistema de tribunales del estado. El Partido Republicano de Kansas ha desactivado el capítulo estatal de la organización juvenil. Y en Vermont líderes republicanos están pidiendo la dimisión del senador estatal Samuel Douglass, al que se lee en el chat, por ejemplo, diciendo de una mujer de la India: “No era india, es que no se duchaba a menudo”.
La Federación Nacional de Jóvenes Republicanos ha tratado de distanciarse del chat y ha pedido la dimisión inmediata de todos los que participaron en él. Han hablado de un comportamiento «deplorable, indigno de ningún republicano y está en directa oposición a los valores que nuestro movimiento representa”.
La influencia de Trump
Expertos en extremismo consultados por ‘Politico’ analizan con preocupación lo que revela el chat. Joe Feagin, un sociólogo que lleva seis décadas estudiando el racismo, ha señalado a que “con la emergencia de Trump y un Partido Republicano más a la derecha incluso antes de Trump la atmósfera política se ha hecho más abierta y liberada para que la gente, joven y mayor, haga chistes y comentarios racistas, en privado y en público”.
También Art Jipson, experto en extremismo racial en la Universidad Dayton, ha señalado al “uso persistente por parte de Trump de lenguaje hostil y a menudo incendiario”. “Ha normalizado en círculos conservadores un discurso agresivo que puede ser increíblemente influyente en operativos jóvenes que aún intentar entender qué es discurso político”, ha reflexionado el experto, que ve en el chat ecos del lenguaje que usan grupos neonazis y de supremacistas blancos. “Los dices una y dos veces y es una broma, lo dices 251 y ya no lo es”.
En el Partido Demócrata están acostumbrados a los insultos de Trump, que durante el cierre parcial de Gobierno, por ejemplo, ha estado compartiendo en redes imágenes del líder de la minoría en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, con un sombrero y un bigote mexicano. Y en sus filas las denuncias del chat han sido contundentes.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha desestimado la idea de que se pueda hablar de algunas manzanas podridas. “Son el futuro el partido republicano. Es tan perverso que es difícil encontrar palabras para poner en contexto que estos son gente que son parte de uno de los principales partidos políticos y creen en cámaras de gas, violación y discriminación dependiendo del color de la piel”.
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