El fabricante chino de vehículos eléctricos BYD ha situado a España como su principal candidata para albergar su tercera fábrica de coches en Europa, según publica este martes ‘Reuters’, que cita a dos fuentes conocedoras del proceso. La planta serviría para reforzar la presencia de la marca en el continente, donde compite directamente con Tesla, y daría un impulso a la estrategia del Gobierno español de consolidar al país como un centro de referencia en la producción de vehículos eléctricos.
La nueva instalación se sumaría a las dos fábricas ya previstas por BYD en Hungría y Turquía, y formaría parte del plan del gigante chino de fabricar localmente todos los vehículos eléctricos destinados al mercado europeo en un plazo de tres años, con el objetivo de evitar los aranceles de la Unión Europea (UE).
De acuerdo con ‘Reuters’, España es la opción preferida de la compañía por sus costes de fabricación relativamente bajos y su red de energía limpia. Además, el director de BYD para España y Portugal, Alberto De Aza, aseguró el mes pasado en declaraciones a la propia agencia que el país sería “un lugar ideal para ampliar la capacidad de producción europea” gracias a su infraestructura industrial y a los bajos precios de la electricidad.
No obstante, una tercera fuente consultada por ‘Reuters’ advirtió que aún no se ha tomado una decisión definitiva, y que la empresa sigue evaluando otros países además de España. La resolución final, que podría conocerse antes de que termine el año, deberá contar con la aprobación de los reguladores chinos.
El Ministerio de Industria y la propia BYD han declinado hacer comentarios, según la agencia.
UN IMPULSO PARA LA INDUSTRIA ESPAÑOLA DEL VEHÍCULO ELÉCTRICO
España, el segundo mayor productor de automóviles de Europa, ha logrado atraer importantes inversiones en el sector en los últimos años. Fabricantes como Volkswagen, Chery o CATL han apostado por el país, beneficiándose del plan de 5.000 millones de euros lanzado en 2020 con fondos europeos para promover la fabricación de vehículos eléctricos y baterías.
La llegada de BYD supondría un nuevo espaldarazo a la cadena industrial española en plena transformación hacia la movilidad eléctrica, además de fortalecer los vínculos económicos con China, en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas.
Las ventas de BYD en Europa crecieron un 280% en los primeros ocho meses del año respecto al mismo periodo de 2024, tras ampliar su oferta con modelos híbridos enchufables y eléctricos puros. La compañía, que mantiene en construcción su planta de Hungría y prevé abrir la de Turquía en 2026, confía en consolidar su expansión en el continente con una tercera fábrica que podría situarse en territorio español.