Jornada de debut para el Leyma Coruña. No en competición oficial, por supuesto, ni tampoco en Primera FEB, pero el duelo de este viernes frente al Palmer Mallorca (20:45 horas, Coliseum) supone la primera piedra en el camino de su particular rivalidad. Y es que, hasta el momento, los dos equipos nunca se han enfrentado ni en liga ni en ninguna otra competición.
El dato no es de extrañar. El Palmer Mallorca (conocido sin su nombre comercial como Club Bàsquet Joventut Llucmajor), es un rookie en Primera FEB. El club balear ha vivido un crecimiento meteórico en el último lustro. En 2020 pisó por primera vez la Liga EBA (el cuarto escalón nacional), tras la renuncia del Bàsquet Calviá. Ocupó su plaza, compitió y, después de un par de intentos de asalto a la LEB Plata (ahora Segunda FEB), consiguió ascender en la temporada 2022-23. En la categoría de bronce también necesitó dos cursos, uno para rodarse y otro para triunfar, antes de impulsarse definitivamente hacia la Primera FEB.
El cuadro mallorquín, repleto de talento joven y ambición, fija sus cimientos sobre su entramado defensivo. El equipo que dirige Marco Justo (a su vez, entrenador de la selección española Sub 18, con quien ganó el Eurobasket este mismo verano) trata de ser férreo y rocoso y salta a la pista con el objetivo de proteger su pintura por encima de todo. Prueba de ello es que, durante su estancia en Segunda FEB, apenas recibió 62 puntos en contra de media. Unos guarismos que evidencian que hacerles daño no es sencillo.
Los números cambian, claro, en una categoría superior. En los dos encuentros de liga que ha jugado hasta el momento (el pasado fin de semana le tocó descansar), los baleares cayeron frente al Palencia en casa (69-78) y contra el COB en Ourense (82-69). Sin embargo, y pese a perder, obligaron a sus rivales en ambos casos a pisar el acelerador para lograr el triunfo. En la jornada inaugural comenzaron ganando a Palencia, que tuvo que encomendarse a la inspiración de Wintering y a la segunda parte para tirar de experiencia y cerrar el partido definitivamente. El segundo choque en el Paco Paz comenzó igual, con intensidad y ritmo, pero los de Moncho López consiguieron llevar el choque a su terreno a base de acierto y precisión en el rebote ofensivo.
Con un fin de semana de descanso en las piernas, el Palmer espera con hambre al Leyma Coruña. Sin nada que perder y con mucho por demostrar. Solo un jugador del roster mallorquín supera los 30 años (el lucense Adrián Chapela, con 31). Del resto, savia nueva y energía novel para desafiar a un cuadro naranja que regresa al Coliseum invicto y enchufado tras su exhibición ante el Hestia Menorca.
El Palmer, eso sí, acaba de perder a una de sus grandes apuestas para la categoría, Lucas N’Guessan. El pívot neerlandés, de 2,13 metros de envergadura, abandonó el proyecto turquesa tras solo dos jornadas de competición, al llegar a un acuerdo con el club para la rescisión de su vínculo contractual.
El primero de tres
Al margen del combinado balear, hay otros dos equipos en Primera FEB que todavía no se han medido al Leyma en el torneo regular. Se trata del Cartagena, que ascendió por primera vez al segundo peldaño del baloncesto nacional el año pasado, al tiempo que el cuadro coruñés pisaba por primera vez en su historia la ACB, y el Obradoiro. El caso de la entidad compostelana es curioso, porque ambos clubes han coincidido en numerosas ocasiones, pero jamás en un campeonato de liga. Es el debut que la grada naranja espera con más anhelo, por la rivalidad deportiva en la pista y, sobre todo, los múltiples reencuentros fuera de ella.
Vía: La Opinión A Coruña