A pesar de que la victoria del 4 de septiembre contra el Sunderland (2-0) dio un poco de aire a Rúben Amorim y al Manchester United, el entrenador portugués está en plena cuenta atrás hacia un partido, el clásico del domingo contra el Liverpool en Anfield, que puede desencadenar una nueva y profunda crisis en el equipo de Old Trafford.
Aunque Sir Jim Ratcliffe, copropietario del Manchester United, manifestó que para desarrollar su proyecto Amorim necesita «tres años», lo cierto es que prácticamente ningún entrenador puede escapar en el fútbol actual a la implacable ley de los resultados.
Lo cierto es que, como mínimo, el citado triunfo contra el Sunderland permitió al equipo de los ‘diablos rojos’ subir puestos y situarse 10º en la tabla de la Premier. Después de 2 derrotas seguidas en el campeonato inglés (sendos 2-1 contra Crystal Palace y Chelsea), el Liverpool es 2º, a un punto del líder Arsenal y con 5 más que el United.
Una curiosidad es que Amorim pudo ser el sustituto de Jürgen Klopp como entrenador del conjunto de Anfield en vez de Arne Slot. Cuando Xabi Alonso (hoy al frente del Real Madrid) renovó por el Bayer Leverkusen y quedó claro que no se marcharía al Liverpool, el club ‘red’ contactó con el entorno de Amorim, entonces técnico del Sporting de Portugal.
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Uno de los dos temas que impidieron que Amorim se convirtiera en el sucesor de Klopp fue el de las diferencias tácticas, con el técnico siempre aferrado a su 3-4-3, sistema que no convencía al Liverpool. Este fue el impedimento principal. Tampoco ayudó que Amorim tuviera una cláusula liberatoria de 15 millones de euros. Al final, el elegido fue Arne Slot, con el que el Liverpool ganó la 20ª liga inglesa de su historia.
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