Si usted compró hace unos años una luz de emergencia para colocar en el techo de su coche en caso de avería o accidente, sepa que le servirá como adorno navideño o de Halloween, pero no como dispositivo de seguridad vial. A partir del próximo 1 de enero, la Dirección General de Tráfico (DGT) solo considerará válidos los dispositivos V16 dotados de geolocalización, el doble de caros que los que no tenían esta característica: de los 20 euros que costaban se pasa a alrededor de 50. Y no llevarlos conllevará una multa de 80 euros. Además, guardias civiles de tráfico han alertado de que la visibilidad de estas luces de color naranja, patentadas por una empresa viguesa hace una década, y que sustituirán definitivamente a los triángulos reflectantes, es manifiestamente mejorable.
Cuando quedan poco más de dos meses y medio para que entre en vigor la obligatoriedad de estas balizas, casi dos de cada tres españoles –un 65 por ciento– desconocen los detalles de la nueva normativa. Así lo indica un estudio de la empresa Osram, líder mundial en iluminación para automóviles, presentado la semana pasada en Madrid. Entre la población gallega, el desconocimiento es algo menor, del 61%.
Probablemente haya contribuido a ese desconocimiento de los dispositivos que España sea el primer país que obligará a usarlos, y la ausencia de campañas de publicidad de la DGT sobre ellos en los medios de comunicación. El resultado es que solo un 8% de los conductores utilizan una luz de emergencia conectada y homologada por Tráfico. El 88% sigue utilizando los triángulos de preseñalización de peligro, obligatorios desde 1999, y que obligan a bajarse del vehículo. No extraña tampoco que, según el citado estudio, un 73% de los usuarios se muestre preocupado por comprar un producto falso o no homologado.
Según la página oficial de la DGT, los dispositivos de preseñalización V16 obligatorios a partir del 1 de enero de 2026 deberán estar dotados de conectividad. Deberán colocarse preferiblemente en el techo del vehículo. En ese momento, además de emitir la señal luminosa de advertencia, el aparato se conectará a la plataforma DGT 3.0 para transmitir su ubicación en tiempo real y avisar de la situación a otros usuarios de la vía.
El dispositivo debe ser capaz de emitir una luz 360º de alta intensidad de forma intermitente y continuar al menos durante 30 minutos. Debe incorporar una pila o batería con una vida útil de un mínimo de 18 meses, al margen de si es o no recargable.
Este será el único sistema legal para señalizar un vehículo inmovilizado o que ha perdido carga sobre la calzada. Será obligatorio para los turismos, vehículos mixtos, autobuses y vehículos de transporte de mercancías, pero no para las motocicletas.
Deberá transportarse en la guantera del coche, lista para ser activada en caso de emergencia sin tener que bajarse del vehículo. Otro de los motivos para guardarla en la guantera es preservar el dispositivo de las altas temperaturas que se pueden alcanzar en el interior del habitáculo. En cualquier caso, las luces V16 utilizan pilas alcalinas en lugar de baterías de litio para reducir estos riesgos. Son válidos los dispositivos que utilicen una batería recargable, siempre que la carga de la misma se pueda realizar en el propio vehículo.
Visibilidad en un kilómetro
La DGT advierte que este sistema debe estar homologado para emitir una luz que pueda verse en un radio de un kilómetro de distancia en 360 grados, incluso en condiciones desfavorables. En este sentido, algunas voces expertas han puesto en duda que la luz del V16 pueda verse con antelación cuando el vehículo esté en un cambio de rasante o una curva cerrada, o en condiciones meteorológicas de niebla intensa, nevadas copiosas, fuertes chubascos o sol intenso.
La sección de guardias civiles de tráfico de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) advirtió ya hace meses que con esta medida «se va a cometer un gran error, si la gente no ve unos prioritarios con muchísimas más luces de señalización, ¿esperáis que vean un pequeño prioritario amarillo que muchas veces no se verá hasta que no estén encima», comentan. Esta asociación lamentó que «se van a producir accidentes muy graves y luego será tarde».
La luz V16 mejora la visibilidad del vehículo en situaciones de emergencia y reduce el riesgo para el conductor, que no tendrá que salir del vehículo y recorrer decenas de metros para colocar los triángulos, una operación que ha costado vidas debido a atropellos mortales. Sin embargo, la luz amarillo auto de la V16, la misma que utilizan los vehículos lentos o que constituyen un obstáculo en la vía –como tractores, grúas o vehículos de obras– es menos visible y llamativa que la luz azul que en España y en la mayor parte de la Unión Europea es obligatoria para todos los vehículos de emergencia, como ambulancias, bomberos, policía y protección civil. Por este motivo, el PP pidió el pasado año en el Senado que las grúas se consideren vehículos de emergencia y puedan utilizar luces prioritarias azules.
Un invento vigués que supondrá un negocio de alrededor de 1.700 millones de euros
La idea de estas luces de emergencia la tuvo Jorge Torre Sarmiento, un guardia civil en excedencia voluntaria nacido en Ourense y afincado en Vigo. Con vocación de ingeniero y autor de varias patentes, Jorge Torre desarrolló la luz Help-Flash durante 4 años en colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), con sede en O Porriño, y con Avata Hispania, una asociación de apoyo a víctimas de accidentes de tráfico. En principio la ideó como luz inalámbrica para los coches policiales camuflados, para evitar el peligro de tener que conectarse al mechero del coche.
La Help-Flash nació hace más de una década, y ya en 2016, su portavoz, Roberto Pérez Marijuán, contaba a FARO que se estaba trabajando en una versión 2.0 vinculada a una aplicación de móvil y con geolocalización incluida. Ahora, la obligatoriedad convierte este dispositivo V16 –que comercializa la empresa viguesa Netum como actualización de la Help-Flash– en un negocio seguro y muy lucrativo. Multiplicar su precio medio, unos 50 euros, por los aproximadamente 34 millones de vehículos asegurados en España, arroja una cifra de 1.700 millones de euros. La OCU realizó un estudio sobre estos dispositivos, y aunque los encontró desde los 33 hasta los 90 euros, la inmensa mayoría se encuentraron en el rango de los 45-55 euros. Si cuestan menos de 20 euros es muy posible que no cumplan los requisitos legales. Esta organización de consumidores pide a los fabricantes que indiquen el número de homologación en su web y en su etiquetado para que los consumidores puedan verificar la validez del dispositivo en la página de la DGT. Uno de los requisitos es la conectividad.
El coste de las comunicaciones debe estar incluido en el precio de venta al público de la luz V16, y las comunicaciones se garantizarán durante al menos 12 años (hasta 2038). El hecho de que las luces V16 deban incluir una tarjeta SIM anónima válida ha llevado a las principales operadoras de telefonía y datos, como Jazztel, Orange, Vodafone y Movistar, a lanzar diversas ofertas para fidelizar a sus clientes y atraer otros nuevos, incluyendo incluso la posibilidad de fraccionar el pago del dispositivo con la cuota mensual de abono.El negocio está servido, y la ola de demanda, asegurada.
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