A la economía canaria siempre le ha costado ganar atractivo para los inversores extranjeros, pero las cifras del primer semestre de 2025 indican que esa tendencia puede cambiar. El tejido productivo de la Comunidad Autónoma recibió entre enero y junio de este año una inyección de 192,8 millones de euros de capital foráneo. Una cifra nunca antes registrada –desde que la Secretaría de Estado de Comercio empezó a publicar los datos en 1993–, que genera un nuevo récord de la región. Si la dinámica de los primeros seis meses se mantiene, el ejercicio podría cerrarse con un volumen de inversión extranjera sin precedentes para el Archipiélago.
No solo se trata de que los 192,8 millones captados en los primeros seis meses superen con creces los registros de otros primeros semestres; la cifra también sobrepasa los totales de años completos recientes. Por ejemplo, en 2024 la inversión extranjera cerró el ejercicio con 141,7 millones, mientras que a estas alturas del año pasado apenas se habían acumulado 120,4 millones. La diferencia es aún más llamativa si se observa 2023, cuando Canarias solo logró captar 48 millones de euros en el primer semestre. Esta comparación evidencia la magnitud del actual impulso y refuerza la posibilidad de que 2025 se convierta en un año excepcional en términos de captación de capital foráneo en Canarias.
Magnitud del crecimiento
La comparación con el mismo periodo de 2024 pone aún más de relieve la magnitud del crecimiento. La inversión extranjera en los primeros seis meses de 2025 supera en 72,4 millones la cifra registrada hace un año, lo que supone un incremento del 60%. Este salto interanual subraya no solo el récord absoluto, sino también la aceleración del interés de los inversores extranjeros por el tejido productivo canario.
Sin embargo, este récord no convierte a Canarias de golpe en el destino preferido del capital extranjero en España. Del total de inversiones foráneas acumuladas en el país, que ascienden a 8.476 millones de euros en lo que va de año, las destinadas a Canarias representan apenas el 2,3%. En el ranking regional, el Archipiélago se sitúa lejos de los líderes tradicionales como Madrid o Cataluña, ocupando la novena posición entre las comunidades autónomas. Estos datos ponen en perspectiva el crecimiento histórico alcanzado y muestran que, pese al impulso registrado, Canarias sigue siendo un jugador menor en el mapa nacional de inversión extranjera.
En cuanto a la distribución sectorial de la inversión extranjera en Canarias, la mayor parte se ha dirigido al sector de servicios de alojamiento, que concentró 139,9 millones de euros, es decir, aproximadamente el 73% del total captado en el primer semestre. Otra parte significativa, 22,9 millones de euros, se canalizó hacia la construcción de edificios, más en concreto en el subsector de la promoción inmobiliaria, que abarca todas las etapas que terminan en la comercialización del inmueble, esto es, desde la compra o adquisición de los terrenos hasta la construcción del edificio y su posterior venta. Este sector representa alrededor del 12% de la inversión extranjera recibida. Estos datos evidencian que, aunque la cifra global marca un récord histórico, el capital foráneo se concentra principalmente en actividades ligadas al turismo y a la vivienda, reflejando la estructura productiva del Archipiélago.
No resulta sorprendente que gran parte del capital extranjero se haya dirigido a la construcción de viviendas. La escasez de oferta habitacional en el Archipiélago, combinada con una demanda sostenida y creciente, crea un escenario especialmente atractivo para el sector inmobiliario. Lo que para la sociedad representa un desafío urgente –garantizar vivienda accesible para residentes y trabajadores–, al mismo tiempo genera oportunidades económicas para promotoras, constructoras y agencias, que encuentran en este contexto un mercado con alto potencial de negocio.
Dado que gran parte del capital se concentra en sectores estratégicos como el turismo y la vivienda, el Ejecutivo regional ha comenzado a extremar la vigilancia sobre ciertos movimientos de inversión. En concreto, los grandes fondos de inversión que controlan decenas de hoteles en el Archipiélago están siendo objeto de seguimiento para evaluar sus efectos en la economía local, los salarios del sector y la gestión de camas turísticas. Esta supervisión, que incluirá un informe encargado al Consejo Económico y Social con datos previstos para el primer trimestre de 2026, busca equilibrar el beneficio que aportan estas inversiones con la necesidad de proteger los intereses de los trabajadores y asegurar que el valor generado se mantenga dentro de Canarias.
El desafío para Canarias consiste en mantener este impulso inversor de manera sostenible, equilibrando el crecimiento económico con la protección de los sectores estratégicos y el bienestar de los trabajadores locales.
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