El exministro de Transportes José Luis Ábalos, que está investigado en el Tribunal Supremo por el caso Cerdán, ha renunciado a la defensa de su abogado, José Aníbal Álvarez. En un escrito dirigido al Supremo, Ábalos explica que las diferencias con su letrado, «lejos de constituir una circunstancia puntual en el tiempo, se han convertido en una constante, lo que hace inviable el mantenimiento de la asistencia letrada, pues se ha producido un deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación basada en la confianza». Por eso, considera «que existen diferencias irreconducibles» con su actual letrado, según indica el documento, al que ha tenido acceso este periódico.
Las fuentes consultadas apuntan que el exministro ha descartado de forma reciente renunciar al escaño en el Congreso, lo que implicaría que el procedimiento dejaría de instruirse en el Tribunal Supremo, órgano ante en el que está aforado, para pasar a la Audiencia Nacional.
Esta decisión de Ábalos, que hasta el momento no cuenta con ningún letrado defensor, deja en el aire su declaración de este miércoles, apuntan fuentes del caso a esta redacción. Sin embargo, en un caso similar a este, el de Koldo García, el juez del Tribunal Supremo que le investiga, Leopoldo Puente mantuvo la citación del exasesor de Transportes, que decidió no declarar.
De forma reciente, el magistrado Puente anunció «la pronta terminación de la fase de instrucción» de la causa sobre el pelotazo de las mascarillas y la contratación por dos empresas públicas de la que fuera novia del ex secretario de Organización del PSOE Jésica Rodríguez, según informan fuentes del caso a esta redacción.
Hasta el momento Ábalos, que fue expulsado del grupo parlamentario socialista, ha mantenido su acta de diputado. Y eso hace que solo pueda ser investigado por el alto tribunal, ante el que está aforado mientras siga siendo parlamentario.
Si renunciara antes de que el magistrado dicte el auto de apertura de juicio oral, el procedimiento completo, incluidas las pesquisas sobre el ex secretario de Organización socialista Santos Cerdán, volvería al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, cuyo titular, Ismael Moreno, inició el denominado caso Koldo.
No contestan
Este periódico se ha dirigido tanto a Ábalos como su abogado, Aníbal Álvarez, que no han respondido a las preguntas realizadas a ambos sobre la posible dimisión del exdirigente socialista.
La decisión del instructor del caso Cerdán en el Tribunal Supremo de dividir la causa en dos — abre una pieza separada para investigar las adjudicaciones de obra pública que involucran indiciariamente al exnúmero 3 del PSOE Santos Cerdán– acerca al banquillo al exministro Ábalos, pero también al que fuera su asesor en Transportes Koldo García y al comisionista Víctor de Aldama en relación con los contratos de mascarillas y los beneficios obtenidos por la expareja del primero Jésica Rodríguez.
Entre los indicios incluidos en la pieza que irá primero a juicio, Puente destaca la intermediación de Koldo García en otros ministerios como el de Hacienda –encuentros con el jefe de Gabinete de que hoy es la vicepresidenta primera del Gobierno María Jesús Montero-, las gestiones en favor de Aldama en el marco del rescate de Air Europa o su empeño en auxiliar a los socios del comisionista en sus negocios de hidrocarburos. Todos estos hechos confirmarían que el exasesor de Ábalos, con el «conocimiento y la aquiescencia» de su jefe, habría desplegado su «influencia» para favorecer al comisionista y a las empresas que representaba.
En la nueva pieza separada, que según el juez se encuentra en una fase «incipiente», se incluye todo lo relativo a las adjudicaciones presuntamente ilícitas de obras públicas.
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