Nadie iba a pensar que los rumores de la mañana se iban a cumplir. Morante de la Puebla decidió retirarse por todo lo alto: logrando su segunda puerta grande como matador de toros en Las Ventas. Un 12 de octubre lleno de emociones tras torear por la mañana en un festival homenaje a Antoñete, logrando una oreja por su clasicismo ante el toro de Osborne, y dos orejas a una faena épica, con voltereta incluida, en su última tarde como matador de toros.
Morante recibió al cuarto toro de la tarde por tijerillas de rodillas y por chicuelinas. Sin probaturas. Se puso de pie por chicuelinas despaciosas y por verónicas, pero el animal se le coló por el pitón izquierdo. El grito fue aterrador de los más de 20.000 asistentes. El toro de Garcigrande lo enganchó propinándole una dramática cogida de molinillo. Cayó con la cabeza y se quedó inmóvil sobre el albero de Las Ventas. Una imagen espeluznante.
MADRID, 12/10/2025.- El diestro Morante de la Puebla recibe una cogida en el festejo taurino de la Feria de Otoño celebrado este domingo en la plaza de Las Ventas, en Madrid. EFE/ Borja Sánchez-Trillo / Borja Sánchez-Trillo / EFE
Faena épica en su última tarde
El torero sevillano se fue a las tablas conmocionado, sin saber ni dónde estaba. Lloró de impotencia. Su cuadrilla le indicó que pasara a la enfermería, pero el quería hacer el último esfuerzo en su carrera, quería regalar la última faena de su vida que nadie lo presagiaba. Sus lágrimas se convirtieron en orgullo de torero y decidió volver a salir del callejón para tirar por la épica este 12 de octubre.
Brindó el toro a Santiago Abascal antes de comenzar su faena. Se puso sin probaturas a torear en redondo con la mano diestra levantando los olés de los tendidos. La segunda tanda por la derecha fue apoteósica, girando alrededor del animal con un profundo cambio de mano por la izquierda. Casi se lo lleva por delante.
Precisamente, al natural le costó acoplarse con las embestidas desagradables del Garcigrande. Un animal incómodo que no le ofreció posibilidades al sevillano. Aún así, también le sacó una última tanda por la diestra de mucho mérito arriesgando su vida en la que sería su última tarde. Dejó la estocada entera. Se tiró con el alma encima del morlaco para cortar las últimas dos orejas de su carrera como matador de toros. Y qué mejor escenario que la plaza más importante del mundo. ¡Cuánta grandeza tiene la tauromaquia!
Una retirada inesperada en Las Ventas
El cigarrero dio la vuelta al ruedo con el clamor del público y alguna división de opiniones de algunos aficionados que negaron las dos orejas. Morante ya lo tenía claro y se fue al centro del ruedo. Allí, escuchando la ovación de Madrid, se llevó la mano a su cabeza para cortarse la coleta. Volvían a brotar las lágrimas del sevillano. El silencio sepulcral se hizo en Madrid con una tristeza que abundaba entre los corrillos de la tauromaquia. La noticia corrió como la pólvora entre los aficionados, las redes sociales y los medios.
Un gesto que honra a sus casi 30 años de trayectoria y que pone fin a una temporada 2025 histórica: Sevilla, Madrid, Pamplona, Marbella, Jerez y una larga lista de triunfos. El genio de los toreros se despidió este 12 de octubre saliendo a hombros por la calle de Alcalá entre el júbilo y la tristeza de los aficionados al grito de «José Antonio, Morante de la Puebla».