Sébastien Lecornu presentó este domingo por la noche la composición de su nuevo Gobierno. En esta ocasión actuó con mayor rapidez que la primera vez, cuando tardó 26 días en nombrar a su Ejecutivo, para dimitir unas horas después y provocar una profunda crisis política.
El nuevo Ejecutivo, presentado como “más técnico que político”, es el cuarto Gobierno de Francia en poco más de un año. En esta ocasión, Sébastien Lecornu ha apostado por un gabinete de perfil tecnocrático, con una combinación de figuras con experiencia institucional y representantes de la sociedad civil. También se mantienen rostros conocidos, como el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, Rachida Dati en Cultura, o en Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot. El macronista Roland Lescure repite como ministro de Economía, y deberá afrontar la difícil tarea de contener la deuda pública y elaborar los impopulares presupuestos de 2026, que la Asamblea Nacional tendrá que aprobar antes del 31 de diciembre.
En Educación Nacional, el alto funcionario Édouard Geffray, con un aire más administrativo, reemplazará a Élisabeth Borne, y la primera mujer en completar la Vendée Globe de 1996, Catherine Chabaud, ocupará un ministerio relacionado con los mercados y la comunicación gubernamental.
«Se ha designado un gobierno de misión para proporcionar a Francia un presupuesto antes de fin de año», escribió Sébastien Lecronu el domingo por la noche en su cuenta X. «Agradezco a las mujeres y hombres que participan libremente en este gobierno, más allá de intereses personales y partidistas. Solo importa una cosa: el interés del país«, añadió. El anuncio del nuevo gobierno se llevó a cabo a través de un comunicado, mientras el primer ministro permanecía reunido en el Palacio del Elíseo con Emmanuel Macron, quien le otorgó desde un principio «carta blanca» para líderar, a pesar de tener una margen de maniobra limitado.
Con el Gobierno ya formado, Sébastien Lecornu y su equipo afrontan la ardua tarea de convencer a la Asamblea Nacional para evitar una moción de censura. Aun así, el Ejecutivo nace con una fecha de caducidad, ante las amenazas de censura de buena parte del Parlamento francés, entre ellas las de La Francia Insumisa, los ecologistas y Agrupación Nacional, quienes ya han anunciado su intención de censurar este nuevo gobierno «a partir de este lunes».
Precisamente, la líder del partido La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, volvió a lanzar una advertencia a los nuevos ministros: «Macron está cada vez más aislado y atrofiado. Un consejo para los recién llegados: no se apresuren a deshacer sus maletas. ¡Se acerca la censura! ¡Y la salida de Macron vendrá después!». Los socialistas y los ecologistas, por su lado, han jugado a la ironía y han preferido «no hacer comentarios», sobre la nueva cartera de ministros.
La derecha republicana (LR), que hace unos días decidió no participar en el gobierno de Lecornu II, fue más allá. Según un comunicado compartido con la agencia AFP, todos los ministros de Los Republicanos que aceptaron unirse al segundo gobierno de Sébastien Lecornu fueron expulsados del partido. En total, Los Republicanos excluirán de sus filas a los seis ministros que se incorporaron al gobierno: Annie Genevard (Agricultura), Rachida Dati (Cultura), Vincent Jeanbrun (Vivienda), Philippe Tabarot (Transportes), Sébastien Martin (Industria) y Nicolas Forissier (Comercio Exterior).
A pesar de que la continuidad de este gobierno sigue siendo frágil, puesto que Emmanuel Macron se enfrenta a una impopularidad histórica, tanto en la calle como en los pasillos de una Asamblea Nacional dividida, este Ejecutivo tiene la principal misión de aprobar los presupuestos de 2026 y devolver a Francia la estabilidad política que perdió el verano de 2024, tras la decisión del presidente de convocar elecciones legislativas. Mientras tanto, la primera cita de este Ejecutivo será el próximo martes con su primer Consejo de Ministros liderado por el presidente Emmanuel Macron.