Baskonia culminó una gran remontada ante el Real Madrid (105-100) y rompió una racha de cuatro derrotas consecutivas. Los de Scariolo llegaron a ir por delante en el marcador con una amplia diferencia, pero los vascos, gracias a la gran capacidad anotadora de Trent Forrest y Timothe Luwawu-Cabarrot, fueron acercándose poco a poco hasta colocarse por delante.
La desigualdad en el primer cuarto fue sorprendente. Baskonia hizo unos primeros diez minutos para olvidar, con malas selecciones de tiro y muchos problemas en defensa. Una tendencia que ya arrastraba en los anteriores partidos de este inicio de temporada y que está siendo su talón de Aquiles. Mientras tanto, la efectividad de Lyles desde el triple ampliaba la ventaja blanca.
El canadiense anotó tres triples en tres intentos, además de dos canastas más. Una contribución que llegó a poner a los de Scariolo con una diferencia de 18 puntos a favor. Los errores de Luwawu-Cabarrot y las faltas de un Kurucs lesionado no permitían a Baskonia seguir el frenético ritmo que proponía el Real Madrid en el inicio del encuentro.
El marcador señalaba un 20-40 preocupante en Vitoria. Baskonia no podía estar peor y no daba la sensación de que pudiera ni maquillar el resultado. Fue entonces cuando apareció Forrest para dar vida a los locales con una gran cantidad de puntos y asistencias. Parecía el único jugador de los vascos con las ideas claras y con la intención de dirigir a un equipo totalmente anárquico.
Con 15 puntos y 6 asistencias en el primer tiempo, fue decisivo para reducir la diferencia de puntos a menos de 10. Con tres tiros libres a falta de una décima para el descanso, dejó a Baskonia a tan solo nueve puntos de los blancos (49-58). Con una mejor defensa que en el primer cuarto, los locales se impusieron en el segundo con un parcial de 31-24.
La segunda parte fue totalmente diferente. «Fueron muy agresivos«, aseguraba Scariolo después del partido. Y es que los locales salieron con el cuchillo entre los dientes para darle la vuelta al marcador. En el segundo cuarto ya habían sido mejores, y veían la posibilidad de ir remontando poco a poco si se mantenía el acierto ofensivo y se pulían las defensas.
Bakonia, como un vendaval
Y así fue. Luwawu-Cabarrot, después de una mala primera parte, anotó varios triples consecutivos que situaron a Baskonia a tan solo dos puntos de los blancos. Una diferencia que parecía impensable unos minutos atrás. En ataque, los de Scariolo empezaron a fallar de más, sobre todo desde el exterior con Campazzo, Lyles y Hezonja, y acabaron desquiciados.
Los últimos diez minutos fueron también de Baskonia con mucha diferencia. El Madrid no tenía soluciones y los vascos fueron acercándose a una brecha de diez puntos a favor. No acabaron culminándola, pero se llevaron una importantísima victoria que no esperaba la afición. «Se ha visto lo mejor y lo peor del equipo«, dijo Scariolo por el otro lado. Los blancos se van de Vitoria con una derrota que no hubieran imaginado en el primer cuarto.