«Aproveché que tenía un evento en el Teide para disfrutar por sus carreteras en moto», explica el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo. El jefe del ejecutivo regional sorprendió al romper con el protocolo habitual durante el cumplimiento de su agenda, al más puro estilo de «Jax» Teller, protagonista de la famosa serie de motoristas Hijos de la Anarquía. Alejado de los formalismos que suelen marcar sus apariciones políticas, Clavijo asistió el pasado jueves a la presentación oficial de los Two-meter Twin Telescope (TTT) en el Observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en el Teide, luciendo un estilo inusual: casco en mano, moto BMW Motorrad y calzado a juego de la misma marca y colores rojo y azul.
La alusión a la serie Hijos de la Anarquía no es fortuita, como tampoco lo fue la decisión del presidente regional de asistir en moto a un acto de presentación. Su afición por el motor a dos ruedas lo convierte en parte de la comunidad y la cultura motorista. Por lo que no es de extrañar que haya visto la serie estadounidense que representó un modo de vida sin jerarquías. La Harley-Davidson –que pilotaban todos los miembros de la filmación– era más que un medio de transporte y simbolizaba la libertad, independencia y rebeldía, un lema con el que conecta Clavijo. «Tienes que ir totalmente concentrado porque la conducción es más peligrosa, a raíz de eso liberas la mente y te centras solo en tu paso por la carretera», asegura. Para aquellos devotos, montar en moto se presenta como un acto casi espiritual –una meditación con motores de fondo– en el que los pilotos se conectan consigo mismos, con la adrenalina de la carretera y sus curvas y con el resto de compañeros que comparten una pasión que solo ellos entienden.
Fernando Clavijo bajando de su moto BMW Motorrad. / María Pisaca
El capítulo de Hijos de la Anarquía en el Archipiélago fue breve. Clavijo enseguida volvió a su figura política habitual con cambio de chaqueta motera por una americana y las botas marca BMW Motorrad por zapatos de vestir. Al fin y al cabo se encontraba en un acto público junto a la consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura, Migdalia Machín para presentar un proyecto de más de 25 años de esfuerzo y colaboración entre científicos e inversores que han apostado por Canarias para la creación de los dos telescopios privados más grandes de España.
No hace tanto desde la primera vez que Clavijo se compró su primera moto, una Honda NSX. Lo hizo hace 10 años, «mi madre no me dejaba tener una, aunque yo tenía interés desde pequeño», subraya. Sin embargo, no renunció a las carreteras, pues asegura que «iba a escondidas con la moto de mis amigos y compañeros».
Movilidad en el Teide
No es la única figura de la política autonómica cuya válvula de escape está en la carretera. El presidente de la Junta de Galicia, Alfonso Rueda, más allá de su condición política, también es reconocido por su pasión por la moto y la bicicleta. No obstante, a diferencia del canario cuyo pasatiempo puede haber pasado más desapercibido, el ejecutivo gallego presume públicamente de su afición a través de los mensajes que publica en las redes sociales. Tanto en su perfil oficial de X (antes Twitter) como de Instagram, Rueda ha compartido imágenes y comentarios relacionados con su pasión por la moto.
La circulación en moto en el Parque Nacional del Teide de Fernando Clavijo también desata el debate sobre las posibles restricciones de movilidad en vehículos privados que plantea el Cabildo de Tenerife, presidido por Rosa Dávila. El volcán tinerfeño recibe más de cinco millones de visitas al año, más turistas que el Parque Nacional del Gran Cañón, en Estados Unidos. Las consecuencias medioambientales y el colapso de las carreteras que ello conlleva siguen en el debate político que ahora plantea restricciones en determinados tramos horarios, en los que solo se podría circular en guagua. En definitiva, un asunto que levanta ampollas para aquellos motoristas, como el presidente, cuyo estilo de vida y de desconexión penden de las salidas por las curvas que rodean el Teide.