Habrá un día que se acabará

Es una tienda centenaria, que ha ido pasando de generación en generación. Y ya van por la cuarta. Pili y Carmen son las actuales propietarias de un ultramarinos que lleva abierto 107 años en la localidad castellonense de Sant Jordi.

Su bisabuelo Ramonet fundó el negocio en el año 1918, «con cuatro cosas». De ahí, también, su nombre: Casa Ramonet. Así lo cuentan las dos hermanas en una entrevista para el magacín de las mañanas de À Punt, Connexió Comunitat Valenciana.

El local es reconocido como uno de los establecimientos más antiguos de la zona que nunca ha dejado de prestar servicio, ni en situaciones complicadas. De hecho, Pili y Carmen atendían, incluso, durante los meses de la pandemia.  

Las dos mujeres en ningún momento se plantearon dedicarse a otro oficio, sino que decidieron seguir el legado familiar.

«Hemos seguido así y así se sigue. Hasta que se acabe. Siempre hay un día que se acaba», lamenta Carmen. «Nosotras seremos las últimas propietarias de la tienda», le sigue Pili. 

Las generaciones que siguen ya tienen sus propios trabajos y los negocios históricos no tienen más opción que cerrar la persiana para siempre.

Pero, por el momento, siguen al pie del cañón. En la tiendan ofrecen «un poco de todo», especialmente fruta y verdura de la huerta de Benicarló, «de kilómetro cero«.

«En las tiendas del pueblo siempre ha sido así, pero ya no es como antes. Las grandes superfícies lo acaparan todo. De hecho, antes muchos vendían hasta mercería, pero se han jubilado y han cerrado», comentan.

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