Goldman cree que el BCE seguirá en pausa: «Se necesita un shock para alejar la inflación del objetivo»

El Banco Central Europeo (BCE) se mantendrá en pausa en el futuro previsible. Así lo ven en Goldman Sachs, dado que creen que «se necesitaría un shock para alejar la inflación significativa o sosteniblemente del objetivo». Su previsión sobre la evolución de los precios en la eurozona se acerca a las últimas proyecciones del personal técnico del organismo europeo.

En conjunto, los analistas de la entidad vaticinan que la inflación general de la zona euro se situará en el 2% para finales de 2025, el 1,8% para 2026 y el 2% para 2027.

«Nuestra previsión se acerca a las últimas proyecciones del personal técnico del BCE, pero ligeramente por encima para 2026 y el primer semestre de 2027», señalan.

Además, pronostican una inflación subyacente del 2,2% en 2025, del 1,8% en 2026 y del 1,9% en 2027.

Consideran que, con un mercado laboral y unas expectativas de inflación consistentes con una inflación del 2%, «se necesitaría un shock para alejar la inflación significativa o sosteniblemente del objetivo» y su evaluación actual es que «ni las tensiones comerciales ni la expansión fiscal alemana probablemente se consideren como tales».

«Por lo tanto, prevemos que el BCE mantendrá la pausa en el futuro previsible», indican. Cabe recordar que en su último encuentro el organismo decidió volver a dejar los tipos de interés sin cambios, en el 2%. Después de siete recortes consecutivos, ocho en todo el ciclo, esta fue la segunda vez desde julio de 2024 que el organismo no bajaba los tipos de interés.

En esta reunión también actualizó sus proyecciones, en las que estima que la inflación de la eurozona se situará, en promedio, en el 2,1% en 2025, el 1,7% en 2026 y el 1,9% en 2027. En cuanto a la tasa subyacente, se colocará en el 2,4%, el 1,9% y el 1,8% en 2025, 2026 y 2027, respectivamente.

¿En qué se basan las previsiones de Goldman Sachs? Como explican en su último informe, «las dos razones principales son que un mercado laboral resiliente probablemente se traducirá en un crecimiento salarial a un ritmo consistente con el objetivo del 2,5%-3% y que las expectativas de inflación se mantienen firmemente ancladas en el 2%».

Sobre la inflación del sector servicios, destacan que ha disminuido notablemente este año y ven posible que se modere aún más durante el próximo.

«Es probable que los componentes sensibles a los salarios se desaceleren aún más debido a la menor presión salarial y a la flexibilización del mercado laboral en algunos sectores, como la hostelería y los servicios de alimentación. Prevemos que la inflación de los componentes de precios de los servicios más rígidos, como la inflación de los seguros de recuperación o la inflación de los alquileres regulados, también se modere aún más», dicen.

En cuanto a la inflación de bienes, aunque se mantuvo estable este año, ahora se enfrenta a dos factores adversos: «Un euro más fuerte y la reorientación de las exportaciones chinas».

«Ya observamos indicios de una moderación en la inflación de los bienes importados y un aumento del volumen de las importaciones chinas, lo que probablemente se traducirá en una ligera presión a la baja sobre los precios al consumidor en los próximos meses. Nuestras estimaciones sugieren que la apreciación del euro y la reorientación del comercio con China podrían restar, en conjunto, alrededor de 0,2 puntos porcentuales a la inflación subyacente el próximo año», calculan.

Respecto a la inflación de los alimentos, ha mostrado una renovada fortaleza y prevén que esta tendencia se mantenga el próximo año. Además, la presión sobre los precios al productor se mantiene fuerte y probablemente compensará los factores adversos derivados de un euro más fuerte.

Finalmente, para la inflación energética, los estrategas de materias primas de la entidad esperan descensos en los precios del petróleo y el gas, ambos por debajo de los futuros de energía.

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