La Policía Canaria detuvo de nuevo el jueves a uno de los sospechosos de formar parte de una trama de explotación sexual de menores en Gran Canaria, en el marco de la operación Íncubo, que había quedado en libertad provisional en junio. El volcado de su teléfono móvil ha sacado a la luz nuevas pruebas que lo incriminan y que muestran su participación en el caso de corrupción de adolescentes en la Isla, algunas de ellas menores tuteladas, con las que presuntamente mantuvo relaciones sexuales.
El arrestado ingresó este viernes en prisión provisional después de pasar a disposición judicial y acogerse a su derecho a no declarar. En el análisis de los dispositivos móviles intervenidos, los investigadores hallaron vídeos en los que el sospechoso mantiene relaciones sexuales con una menor de edad que se encontraba en «estado de absoluta inconsciencia«, lo que motivó su ingreso en la cárcel, consta en el auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria que instruye la causa y al que ha tenido acceso este diario.
Él es uno de los al menos nueve detenidos en esta trama de prostitución de menores. Los primeros cuatro arrestos se practicaron en enero por orden judicial, entre ellos estaba Agustín Alemán Barreto, conocido como Yino Alemán, considerado por la Policía Autonómica como el cabecilla de este caso, pero también el principal inculpado la trama de prostitución de adolescentes llamada ’18 Lovas’ que explotó en 2021. A los arrestados se les acusa de captación de menores para la explotación sexual, inducción a la prostitución y tráfico de drogas. Dos de los primeros cuatro detenidos dos entraron en enero en la cárcel.
Con la información obtenida en los registros realizados durante esas cuatro primeras detenciones y el análisis del material incautado, la Policía Canaria arrestó en junio a cinco personas más, que quedaron en libertad provisional, aunque sus teléfonos móviles fueron requisados para analizar su contenido. Según informó el cuerpo autonómico, de esos dispositivos se extrajeron datos que derivaron en la nueva detención de uno de los cinco implicados.
Tras este segundo arresto, los agentes practicaron además dos registros: el primero, en la vivienda habitual del detenido, y el segundo, en un domicilio familiar donde también pernoctaba, ubicados en los barrios de Lomo Blanco y Guanarteme. «En ambas localizaciones se hallaron nuevas evidencias pendientes de analizar relacionadas con los hechos delictivos. El sujeto ha pasado este viernes a disposición judicial», detalló la Policía Canaria.
Ante el magistrado Tomás Martín, el acusado se acogió a su derecho a no declarar. El análisis forense de su dispositivo móvil descubrió grabaciones de vídeo donde mantiene «relaciones sexuales con penetración con una menor, que se hallaba en estado de absoluta inconsciencia», recoge el auto judicial. Pero además, se localizaron imágenes que «muestran al investigado en su domicilio con dos menores de edad en contexto de corrupción, incluyendo aparente consumo de alcohol».
Patrón de conducta
A estas pruebas se suman conversaciones en las que el ahora encarcelado demuestra que sabe que la víctima agredida, testigo protegido, está «bajo la tutela de educadoras«, por lo que conoce que es menor de edad. También se halló «material digital que evidencia un patrón de conducta delictiva reiterado con varias jóvenes de apariencia juvenil cuya filiación está pendiente de conocerse y que forma parte de la actividad policial que se viene desplegando».
Ante estas evidencias, la Fiscalía solicitó la prisión provisional, comunicada y sin fianza, mientras que la defensa del acusado pidió su libertad provisional con retirada de pasaporte y la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. El magistrado decidió mandarlo a la cárcel atendiendo a la gravedad de los hechos, el riesgo de fuga, la destrucción de pruebas y la posible reiteración delictiva. Asimismo, el magistrado entiende que su posible puesta en libertad provisional «afectaría de forma directa a la protección de las víctimas, algunas pendientes de identificar».