Honda vuelve a agitar el segmento naked con una propuesta que rompe moldes: la nueva CB1000F 2026. Inspirada en el legado deportivo de la marca y con claras referencias estéticas a los años 80, esta naked musculosa y estilizada no solo recupera una silueta icónica, sino que lo hace sin renunciar a lo último en tecnología, seguridad y rendimiento. Una moto que apela tanto a la nostalgia como a la emoción de conducir.
Y es que si hablamos de las siglas CB, hablamos de historia. La saga comenzó en 1959 con la CB92 Benly y ha evolucionado durante más de seis décadas como símbolo de fiabilidad, diseño limpio y prestaciones equilibradas. Cada generación ha dejado su sello, y ahora le toca el turno a una reinterpretación moderna de ese legado: la CB1000F, un modelo que se presenta como una roadster elegante, evocadora y, sobre todo, divertida.
Honda CB1000F: el regreso de una leyenda con alma ochentera / Honda
Una estética que no deja indiferente
Lo primero que salta a la vista es su diseño. La CB1000F rescata líneas inspiradas directamente en la CB750F que Freddie Spencer llevó al límite en el campeonato AMA de EE.UU. durante los 80. El faro redondo, los gráficos del depósito, los paneles laterales y el colín corto nos sitúan de inmediato en aquella época dorada del motociclismo. El guiño retro es claro, pero no cae en la simple imitación. Aquí todo tiene un porqué.
El chasis tipo diamante, el subchasis específico y la carrocería han sido cuidadosamente diseñados para generar una línea continua, fluida, donde cada elemento aporta tanto en estética como en funcionalidad. No hay excesos, no hay carenados innecesarios. La CB1000F muestra músculo y carácter con formas limpias y una silueta poderosa.
Se ofrecerá en tres combinaciones de color muy evocadoras: Wolf Silver Metallic con franja azul, con franja gris y un elegante Graphite Black, que aporta sobriedad y presencia a partes iguales.

Se ofrecerá en tres combinaciones de color muy evocadoras / Honda
Un motor con corazón de Fireblade
Bajo el depósito, esta naked esconde un alma bien conocida: el motor derivado de la CB1000 Hornet, a su vez heredado de la mítica CBR1000RR Fireblade. Este cuatro cilindros en línea de 1.000 cc, sin embargo, ha sido profundamente reajustado para adaptarse a un uso más amplio y real. La prioridad ha sido potenciar el par en bajo y medio régimen, ideal para circular por ciudad, enlazar curvas o viajar cómodamente con buena respuesta sin tener que llevarla alta de vueltas.
Ofrece 122 CV a 9.000 rpm y un par de 103 Nm a 8.000 rpm, lo que se traduce en una entrega de potencia inmediata y una curva muy aprovechable desde abajo. La respuesta al acelerador es lineal, pero con pegada. El trabajo de ingeniería se nota: admisión, distribución, escape y relaciones de cambio han sido revisados para ofrecer una experiencia de conducción más rica y menos exigente, sin renunciar al ADN deportivo de Honda.

Bajo el depósito, esta naked esconde un alma bien conocida: el motor derivado de la CB1000 Hornet / Honda
Parte ciclo de calidad
A nivel dinámico, la CB1000F ha sido concebida para ofrecer equilibrio. No es una moto extrema, sino bien afinada para adaptarse a distintos estilos de conducción. La horquilla invertida Showa SFF-BP de 41 mm y el amortiguador trasero con sistema Pro-Link trabajan con eficacia tanto en firme bueno como en tramos más irregulares. El compromiso entre comodidad y firmeza está muy bien logrado.
Las pinzas radiales de cuatro pistones, los discos flotantes de 310 mm y el sistema ABS en curva (Cornering ABS) garantizan una frenada potente y progresiva, incluso en situaciones comprometidas o con la moto inclinada. Las llantas de aluminio fundido, calzadas con neumáticos 120/70-ZR17 delante y 180/55-ZR17 detrás, completan un conjunto fiable y preciso. Pesa 208 kilos en orden de marcha.

La pantalla TFT de 5 pulgadas con unión óptica es clara y fácil de leer / Honda
Electrónica útil, no intrusiva
La CB1000F también está al día en ayudas a la conducción. Incorpora una IMU de seis ejes que gestiona parámetros como la tracción, el control anti-wheelie, el freno motor y la respuesta del acelerador electrónico Throttle By Wire. Hay tres modos de conducción predefinidos —Sport, Rain y Standard—, y dos USER totalmente configurables. Esto permite ajustar la moto al estilo y nivel de cada piloto.
La pantalla TFT de 5 pulgadas con unión óptica es clara y fácil de leer incluso a plena luz del día. Aporta información completa y permite conectar el smartphone mediante Honda RoadSync, una aplicación que abre funciones como navegación, llamadas o control de música, todo operable desde la piña izquierda del manillar.
Otro detalle que suma en la experiencia diaria es la Honda Smart Key, que permite arrancar sin sacar la llave del bolsillo y facilita el acceso al asiento o el depósito de gasolina.

La CB1000F ha sido concebida para ofrecer equilibrio / Honda
¿Para quién es esta moto?
La Honda CB1000F no busca ser la más rápida ni la más tecnológica. Su propuesta va por otro camino: ofrecer sensaciones auténticas, buen diseño y prestaciones reales en el día a día. Es ideal para quienes buscan una naked con alma, sin postureo, con personalidad y sin comprometer la comodidad ni el equipamiento.
Es también una opción perfecta para quienes disfrutaron de las CB originales y ahora quieren una moto que les recuerde aquellos tiempos, pero con la fiabilidad, seguridad y tecnología de hoy. Y para quienes simplemente quieren una moto distinta, con estilo y equilibrio, que no se parezca a nada más del mercado.