El FC Barcelona mantiene una deuda total de 159,1 millones de euros con distintos clubes por operaciones de fichajes, según el último informe económico del club correspondiente al cierre del ejercicio del 30 de junio de 2025. De esa cifra, 140,6 millones corresponden a deudas a corto plazo y 18,5 millones a largo plazo.
Entre los clubs involucrados, el Leeds United es al que más dinero queda por devolver, con 41,9 millones de euros pendientes por el traspaso de Raphinha, seguido del Bayern de Múnich, que espera 20 millones por Robert Lewandowski, y el Sevilla FC, con 24,5 millones por Jules Koundé. Otros compromisos significativos incluyen los 13,3 millones al Manchester City por Ferran Torres, los 8 millones al Real Betis por Emerson Royal, y más de 6 millones repartidos entre clubes polacos y alemanes por variables relacionadas con Lewandowski.
El documento también refleja pagos pendientes menores con equipos como el Girona FC, el Valencia CF, el Sporting de Portugal o el Stade Rennais, todos vinculados a operaciones de los últimos años. Pese a los esfuerzos del club por reducir el gasto y equilibrar sus cuentas, la deuda total con entidades deportivas aumenta ligeramente respecto al ejercicio anterior, lo que subraya las dificultades financieras que el Barça sigue enfrentando tras años de inversión en fichajes de alto coste.
Lo que le deben al Barça
El informe también detalla el dinero que otros equipos deben al FC Barcelona por ventas, cesiones o traspasos de jugadores. A 30 de junio de 2025, el club azulgrana tiene pendiente de cobrar 64,1 millones de euros, una cifra muy superior a los 35,9 millones registrados el año anterior.
De esa cantidad, 40,3 millones corresponden a operaciones con otras entidades deportivas, mientras que 12 millones provienen de la Liga de Fútbol Profesional. Entre los deudores más destacados figuran el FC Porto (6,7 millones por Nico González), el Al Ahli saudí (4,1 millones por Kessié) y el Shakhtar Donetsk (3,1 millones por Marlon). También aparecen el Braga (3 millones), el Chelsea (por Caroline Graham Hansen y Keira Walsh), y varios clubes españoles como el Real Betis o el Celta de Vigo por diferentes operaciones.
Además, el Barça aún debe ingresar cantidades por ventas o cesiones de jugadores como Antoine Griezmann (Atlético de Madrid), Álex Collado (Betis), Julián Araujo (Bournemouth) o Sergi Gómez (Villarreal), entre otros. El aumento de las cuentas a cobrar evidencia que el club no solo mantiene deudas, sino también créditos importantes en el mercado de traspasos.
El contexto económico
El FC Barcelona ha convocado a sus socios compromisarios el próximo domingo 19 de octubre a una Asamblea de carácter ordinario, en la que se someterán a aprobación tanto el cierre económico del pasado ejercicio como el presupuesto de la actual temporada.
En los días previos a la cita, se han ido conociendo algunos detalles del balance y las previsiones económicas, con cifras que muestran tanto avances como retos pendientes. El club cerró el ejercicio ordinario del pasado curso con dos millones de euros de beneficio, una cifra inferior en cinco millones a la prevista inicialmente. Desde la entidad se valora positivamente este resultado, destacando que se ha logrado “pese al diferencial importante que supone jugar en Montjuïc”.
En cuanto a los ingresos, el Barça logró 994 millones de euros, casi 100 millones más de lo presupuestado (893 millones). Sin embargo, el gasto total también fue superior al previsto, alcanzando 965 millones frente a los 873 estimados.
Desde el club subrayan que todas las partidas de ingresos superaron las expectativas, un hecho que, pese al incremento del gasto, permite mantener la narrativa de una gestión más estable tras los años de crisis y ajustes financieros.
La Asamblea será clave para conocer el rumbo económico que tomará la entidad en los próximos meses, especialmente en lo referente al control del gasto y la reducción de deudas derivadas de operaciones deportivas.