Pistas químicas halladas en el petróleo y el sustrato del desierto árabe sugieren que las esponjas habrían sido los primeros animales, confirmando una antigua hipótesis y desvelando detalles de su formación. Estos animales surgieron durante el Neoproterozoico, hace más de 541 millones de años.
Un equipo internacional de científicos liderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha recuperado una señal molecular en antiguas rocas que apunta a que los primeros animales de la Tierra podrían haber sido ancestros de las esponjas modernas. Los investigadores identificaron variantes raras de esteroles, que encajan con compuestos producidos por demospongios actuales, el grupo más diverso de esponjas marinas.
La pista proviene de fósiles químicos: moléculas transformadas que sobreviven durante muchas eras geológicas. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se sustenta en la identificación de un esteral de 31 carbonos (C₃₁), en muestras recogidas de núcleos de perforación y afloramientos en Omán, India y Siberia. Esa firma química refuerza la hipótesis de un origen relacionado con las esponjas para los primeros animales, hace alrededor de 541 millones de años.
Descifrando antiguas señales moleculares
Para separar una señal biológica de procesos geológicos o contaminación, el equipo no se limitó a analizar las rocas: estudió esponjas demospongias modernas, sintetizó en laboratorio ocho variantes posibles de C₃₁ y sometió esos compuestos a transformaciones químicas que replican lo que ocurre durante enterramiento y presión, a lo largo de cientos de millones de años.
Solo dos de los esteroides sintéticos generaron productos que coincidieron exactamente con las variantes antiguas halladas en las rocas, un dato que reduce fuertemente la probabilidad de una fuente no biológica. Según una nota de prensa, el hallazgo sitúa a los ancestros de las esponjas como posibles pioneros del mundo animal, en el ambiente marino del Ediacárico, la última fase del Neoproterozoico, antes de la “explosión cámbrica” de formas complejas de vida.
Referencia
Chemical characterization of C31 sterols from sponges and Neoproterozoic fossil sterane counterparts. Lubna Shawar et al. PNAS (2025). DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2503009122
Química contundente
Si se confirma en más regiones y estratos, la evidencia molecular permitirá acotar con más precisión cuándo aparecieron los primeros metazoos y cómo habría sido su biología. Según destacan los investigadores, probablemente fueron organismos blandos, filtradores y sin esqueleto silíceo.
Es importante tener en cuenta que determinar el origen de los primeros animales es crucial para todas las formas de vida sobre la Tierra, incluyendo a los seres humanos, debido a que podría aclarar cuestiones aún desconocidas de la evolución.
Aunque el resultado es claro desde la química, los autores subrayan que la interpretación de biomarcadores antiguos siempre ha sido objeto de debate científico y requiere más pruebas y un muestreo más amplio. Los investigadores planean ahora buscar una firma química similar en otros afloramientos de la misma época, para confirmar si la presencia de estas esponjas arcaicas era local o global.