«Isabel, Alberto tiene una carta para ti». Con ese escueto mensaje en la red social X el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el comunicado emitido este mediodía por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo sobre el aborto. Unas declaraciones de Ayuso esta mañana en la Asamblea regional, en las que dirigiéndose a la bancada de la oposición ha asegurado «váyanse a otro lado a abortar», han inflamado un debate en torno a la interrupción voluntaria del embarazo alimentado desde hace dos semanas.
«No se va a señalar a nadie por abortar, pero tampoco a ningún médico por practicar un aborto o por no querer practicarlo. ¿Le parece poco? Pues váyanse a otro lado a abortar«. Las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, esta mañana en la Asamblea regional mientras se debatía sobre la creación del registro de médicos objetores a practicar interrupciones voluntarias del embarazo no han tardado en avivar la hoguera de un debate que viene encendiendo el tablero político desde hace un par de semanas.
No solo la oposición regional ha reaccionado al instante a las palabras de Ayuso. También lo ha hecho el Gobierno, con el presidente, Pedro Sánchez, al frente. «Esta era la libertad que prometía Ayuso. Volver a los viajes clandestinos a Londres. Al clasismo y al señalamiento. Volver 50 años atrás», ha escrito en la red social X. «No lo vamos a permitir».
Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado a Sánchez de «manosear causas superadas» y ha aprovechado para fijar su postura: «Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes«, ha asegurado en un comunicado.
«El Gobierno», añadía Sánchez en su primer mensaje, «usará todos los instrumentos legales a su alcance para garantizar que los derechos y la dignidad de las mujeres se respetan, también en Madrid. Y, si hace falta, llegaremos hasta la Constitución y el Constitucional«.
Se intensifica así un pulso en torno al aborto iniciado hace dos semanas, cuando el PP apoyó en el Ayuntamiento de Madrid una propuesta de Vox para que en las instalaciones de salud e igualdad dependientes del consistorio se informara de lo que la moción llamaba «síndrome postaborto». El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, trató de rectificar días después, pero el asunto ya estaba en la agenda pública y desde el Gobierno no se ha dudado en impulsarlo.
El siguiente capítulo fue la elaboración de un registro de médicos objetores de conciencia a practicar interrupciones voluntarias del embarazo al que obliga la Ley 2/2010 y que cuatro comunidades autónomas, Madrid entre ellas aún no han elaborado. El presidente del Gobierno ha enviado cartas a esas cuatro autonomías en las que insta a la creación del registro en un plazo de tres meses. Una medida a la que Ayuso ha mostrado una oposición frontal subiendo el diapasón día a día.
Ese era el asunto que se discutía esta mañana en el Pleno de la Asamblea madrileña. Ha sido en esa intervención, en la que la presidenta madrileña ha asegurado que en la Comunidad de Madrid no se va a «señalar» a nadie por abortar, pero «tampoco a ningún médico«. «¿Le parece poco?», ha interpelado a la portavoz regional de Más Madrid, Manuela Bergerot. «Pues váyanse a otro lado a abortar«.
La propia Bergerot ya había aludido en el Pleno al recuerdo de las mujeres que viajaban a Londres para interrumpir el embarazo hace décadas. Pero las palabras de Ayuso han sido cazadas al vuelo por el Gobierno para elevar el termostato de un debate que afecta a un tema nuclear de su agenda y que además entienden movilizador de su electorado y que permite empujar al PP hacia los postulados de Vox.
La reacción de Sánchez ha servido para que Feijóo entre en el debate. El líder del PP ha publicado un comunicado en su perfil en X en el que acusa al presidente del Gobierno de «meter miedo a la gente con bulos sobre falsas prohibiciones del aborto». En el texto no cita a Ayuso ni se refiere a la polémica sobre la creación del registro de objetores. «Sobre el aborto, mi posición es clara y conocida. Garantizaré siempre que cualquier mujer que opte por la interrupción de su embarazo pueda hacerlo con la mejor atención médica y psicológica, conforme a las leyes«.
Además de asegurar que el presidente del Gobierno, «acorralado por la corrupción», reabre «debates del pasado para ocultar problemas del presente», el líder de la oposición defiende que los verdaderos asuntos sobre los que necesita dialogar España son «natalidad, conciliación y futuro».
«Salvajada»
Desde el Gobierno no ha sido solo el presidente. Otros dos ministros, los dos protagonistas también de la política madrileña, posibles rivales de Ayuso en las próximas elecciones autonómicas, también han cargado contra la presidenta madrileña. El responsable de Transformación Digital y para la Función Pública y secretario general del PSOE madrileño, Óscar López, ha calificado las declaraciones de «salvajada» y se ha preguntado si se referiría «a que se vayan a Quirón o a que se vayan a Londres», en alusión a uno de los grupos sanitarios con que más contrata la Comunidad de Madrid y con el que hacía negocios la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador.
También la ministra de Sanidad, y dirigente de Más Madrid, Mónica García, ha reaccionado a las palabras de Ayuso vía Twitter en términos muy parecidos. «Ayuso dice a las mujeres que ‘se vayan a otro lado a abortar’. ¿Adónde exactamente? ¿A una privada para hacer negocio? ¿A Londres?«, ha escrito. «No vamos a consentir ni que se incumpla la ley ni que se den pasos atrás en los derechos de las mujeres. Vamos a utilizar todas las herramientas jurídicas para que se garantice el aborto en la sanidad pública».
Tanto la reacción de Sánchez como la de García anticipan que el pulso va a continuar. Ayuso ha venido escalando en su oposición al registro de objetores. El pasado viernes, en un desayuno con periodistas, su consejera de Sanidad, Fátima Matute, mostraba su rechazo a la medida, pero afirmaba que la Comunidad de Madrid iba a cumplir con la ley. La presidenta madrileña no ha sido nunca tan taxativa. Hoy, incluso, cerraba la puerta a su elaboración. «No voy a hacer una lista negra de médicos nunca», ha señalado.
Como Sánchez, Ayuso ha enarbolado la Constitución para defender su postura en sentido contrario. En concreto, Ayuso se ha referido al artículo 16.2, que establece que «nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias».