El Ayuntamiento de Orihuela decidió curarse en salud y el jueves suspendió el acto oficial previsto para celebrar el 9 d’Octubre en la plaza del Carmen debido a los fenómenos meteorológicos adversos. «Esta decisión se ha adoptado priorizando la seguridad de todos los asistentes, participantes y profesionales implicados», comunicó el Consistorio.
Sin embargo, sí se ha llevado cabo la concentración frente a las puertas del Palacio del Marqués de Rafal con el lema «¡Vida para el palacio!», a cargo de un colectivo ciudadano que demanda que se le dé uso al inmueble, que permanece cerrado desde que asumió el poder el nuevo Consell en julio de 2023.
El palacio, tras varios años en venta, fue adquirido en la anterior legislatura, en junio de 2022, como sede de Presidencia y para albergar el Plan Vega Renhace. Ese mismo año para celebrar el Día de la Comunidad Valenciana se hizo una jornada de puertas abiertas, que es algo que se hace en Valencia, Alicante y Castellón, en las otras sedes presidenciales.
Concentración para reclamar la apertura del palacio / Información
La de Orihuela es la única que hay fuera de una capital de provincia, como gesto hacia la ciudad como antigua capital de Gobernación, junto a Valencia.
Desde entonces, el histórico edificio albergó diferentes actividades hasta que se clausuró debido a su mal estado y que no tenía licencia de actividad ni plan de accesibilidad ni de incendios.
Incluso, se quedó montada una exposición que mostraba once escudos de los 600 años de historia del Reino de Valencia, incluyendo una pieza desconocida que era el emblema más antiguo, de 1370.
El presidente Carlos Mazón, de hecho, prometió una inversión de 5 millones de euros para su puesta a punto y la sede de la Casa del Agua y la Casa del Limón. Pero han pasado ya más de dos años y siguen sin acometerse las obras.
Un equipo de arquitectos de la Administración autonómica está trabajando en el proyecto de reforma, aunque la actuación se quedó fuera de los presupuestos autonómicos para este año. El Ayuntamiento ha propuesto a la Generalitat la distribución y el uso del palacio. El plan es que la planta baja albergue la Oficina de Turismo y la Casa del Limón, el primer piso sea para la recepción de visitas guiadas y la segunda altura para dependencias administrativas de la Generalitat.
Un estado de abandono, han recalcado este jueves los manifestantes, que se evidencia en una falta de mantenimiento de un edificio de 200 años en el que se están cayendo persianas y está sufriendo otros desperfectos.
Una particular celebración con un acto desprovisto de ideología, según han subrayado, para reclamar la recuperación de este patrimonio, porque «¡somos sede de Presidencia!», en un lugar emblemático en la plaza Ramón Sijé.
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