Andreu Benafuente es consciente de la tardía hora en que su Futuro imperfecto sale en antena. Por lo que no dudó en hacer chanza incluso de esta disparatada hora de emisión. Por ello dividió a los espectadores que siguen su programa en tres categorías. En primer lugar los que merecerían un tratamiento VIP, que son los que lo siguen a la hora en que se emite. Los que esperan estoicamente hasta casi las once y media de la noche a que se le dé el pistoletazo de salida. En un segundo bloque estarían quienes lo siguen a la carta, a la hora que mejor les viene. Y en tercer lugar, pero no menos importante porque son legión, los que siguen por redes sociales los reels que transitan de fragmentos del programa.
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