la Junta opta por elevar la cota y proteger los restos arqueológicos

La Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía ha decidido esta semana cómo continuar con la construcción de la ronda Norte de Córdoba tras el hallazgo de un complejo religioso único, identificado preliminarmente con la basílica de Santa Eulalia de Mérida, que data de los siglos VIII-IX. Tras estudiar las dos opciones propuestas por los expertos —desviar el trazado o conservar los restos soterrados—, Fomento ha optado por elevar la cota de la vía y mantener prácticamente el proyecto original, asegurando la preservación de los vestigios. 

La decisión, que no ha pasado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, permitirá iniciar las obras este otoño tal y como estaba previsto. El proyecto de conservación preventiva, basado en la documentación arqueológica completa, garantizará que los pavimentos de mortero de cal y los muros de tapial no sufran deterioro por las condiciones ambientales, especialmente la lluvia.

La primera fase de la ronda Norte abarcará 600 metros, desde la glorieta de Hipercor hasta la de Carrefour Sierra, zona donde se localizaron los restos. Los trabajos, adjudicados a la unión temporal de empresas formada por Azvi y Acsa, cuentan con un presupuesto de 29,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 36 meses.

La consejera de Fomento ha destacado que esta solución responde a una demanda histórica de los cordobeses, combinando desarrollo urbano y protección patrimonial. Por su parte, la consejera de Cultura ha valorado el trabajo conjunto y sensible entre las administraciones, asegurando que la intervención permitirá compatibilizar la modernización de la infraestructura con el estudio y conservación del yacimiento.

El alcalde de Córdoba ha celebrado el desbloqueo de las obras y ha subrayado la importancia de proteger los restos mientras se avanza con un proyecto clave para la movilidad de la ciudad. La intervención contempla cubrir los vestigios con técnicas de protección preventiva hasta que puedan realizarse estudios arqueológicos más profundos, asegurando así su integridad.

Con esta medida, Córdoba da un paso importante en la gestión de su patrimonio, demostrando que es posible armonizar crecimiento urbano y conservación histórica sin comprometer la riqueza cultural descubierta bajo la superficie.

Los expertos coinciden en que este enfoque permitirá documentar y estudiar el complejo religioso de manera exhaustiva, preservando elementos únicos de la época visigoda y evitando su deterioro, al tiempo que se mantiene la funcionalidad de la futura ronda Norte.

Esta decisión marca un precedente en la ciudad: proyectos de infraestructura podrán avanzar respetando y protegiendo hallazgos arqueológicos de gran valor histórico, estableciendo un modelo de actuación para futuras intervenciones en Córdoba y Andalucía.

El plan contempla, además, el seguimiento arqueológico durante toda la ejecución de la obra, garantizando que cualquier hallazgo adicional se integre en el proyecto de manera segura. La documentación obtenida servirá para futuras investigaciones y para poner en valor el patrimonio histórico ante la ciudadanía y visitantes.

Con la ronda Norte, Córdoba busca mejorar la conectividad urbana, aliviar la circulación en avenidas principales y ofrecer una vía moderna que responda a las necesidades de movilidad de la ciudad. Al mismo tiempo, la actuación garantiza que la riqueza histórica encontrada quede protegida y documentada, permitiendo que generaciones futuras puedan conocer un capítulo relevante de la Córdoba medieval.

El compromiso de la Junta y del Ayuntamiento de Córdoba con la protección del patrimonio se refleja en la coordinación entre Fomento y Cultura, que ha sido fundamental para encontrar una solución equilibrada. La combinación de elevación de cota y soterramiento preserva la integridad del complejo religioso, cumpliendo con la normativa de conservación preventiva y mitigando riesgos de deterioro.

Las obras darán inicio a la renovación de esta parte de la ciudad, mientras los arqueólogos continúan documentando los restos y elaborando un registro detallado del yacimiento, incluyendo planos, fotografías y análisis de materiales. Esta labor permitirá entender mejor la historia de Córdoba durante los siglos VIII y IX y su importancia en el contexto de al-Ándalus.

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