El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dicho que una de las hipótesis que se están barajando como causa del derrumbe ocurrido este martes en el edificio en el número 4 de la Calle Hileras, en Ópera, es el «material apilado en la sexta planta».
Así lo ha trasladado en la comparecencia que ha tenido lugar este miércoles en el Palacio de Cibeles ante los medios de comunicación. «Todavía hay que determinar las causas, pero es obvio que había un material en la sexta planta que pudo influir en el colapso del edificio», ha declarado.
Por ahora, ya se ha iniciado el procedimiento judicial y la investigación corresponde al juez, que determinará las causas concretas y el origen de este incidente que ha dejado a cuatro personas fallecidas –Laura, Dembélé, Alfa y Jorge- y otros tres heridos leves.
Se hará, como ha determinado el primer edil, con ayuda de la Policía Judicial y de los agentes de la Policía Municipal de Madrid, «al tratarse de un accidente o siniestro por causas laborales».
El regidor, además, ha transmitido sus condolencias a los familiares de las víctimas mortales y ha agradecido la labor de la Policía Nacional y Municipal, bomberos y Samur por «su profesionalidad» gracias a la cual «pudieron minimizar las consecuencias».
«Cayeron 50 metros de los 200 metros que tenía la sexta planta. Si hubieran caído los 200 metros hubieran podido alcanzar hasta las 40 personas que en ese momento estaban trabajando dentro del edificio», ha añadido.
Alrededor de las 22.20 horas de este pasado martes, los servicios de rescate conseguían recuperar dos cuerpos sin vida. Entre las 2.00 horas y las 3.00 horas de la madrugada del miércoles, los bomberos lograban localizar otros dos cadáveres entre los cascotes del edificio.
«El edificio tenía cierta inestabilidad y tuvieron que trabajar con testigos colocados en el edificio que garantizaran que la estructura no se pudiera venir abajo» ha explicado el alcalde, que ha resaltado la labor de los cuerpos trabajando en el lugar como de «admirable» y «heroica».
Los bomberos contaron con la colaboración de Policía Municipal y de Policía Nacional, especialmente con la Unidad Canina de esta última, que determinaron aquellos lugares donde los bomberos debían buscar con carácter preferente. «La tarea fue especialmente penosa. La mayor parte tuvieron que hacerla prácticamente de forma manual para poder llegar a los lugares donde se encontraron los fallecidos».
Edificio apuntalado
Durante la mañana del miércoles, el edificio derrumbado está siendo apuntalado por los bomberos porque «tiene una estructura que hay que vigilar permanentemente para que no se pueda producir otro derrumbe».
Según informaron desde Emergencias Madrid, el origen de este derrumbe se produjo cuando se desprendieron los forjados interiores del último piso, lo que produjo un efecto dominó que terminó con la vida de Laura, la arquitecta del proyecto, y a tres trabajadores: Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador.
El desprendimiento se produjo hacia las 13.00 horas de este martes y provocó una gran nube de polvo en pleno centro de Madrid que obligó a desalojar a los comerciantes de los establecimientos cercanos.
Hasta el lugar se desplazaron 18 dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid, 13 unidades de Samur y la Policía Municipal de Madrid, que se ha hecho cargo del suceso y de la investigación de este derrumbamiento.
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