Cuatro vidas quedaron este martes sepultadas por los escombros en apenas unos segundos. El edificio de la calle de las Hileras se vino abajo, según las primeras hipótesis por un exceso de peso en la sexta planta provocado por el material apilado, pero los cuerpos de los desaparecidos después del desplome no fueron encontradas, sin vida, hasta varias horas después, durante la madrugada de este miércoles. Todos eran empleados de la empresa constructora ANKA y se encontraban realizando labores en diferentes instancias del inmueble. Sus nombres eran Laura, Dambéle, Alfa y Jorge y nacieron, respectivamente, en España, Malí, Guinea y Ecuador.
Todos formaban parte de las 40 personas que trabajaban en el edificio para su restauración. La mala suerte hizo que se encontraran dentro cuando el forjado se vino abajo, atrapándoles en el interior. Laura, de 30 años, trabajaba en las oficinas situadas en la primera planta del edificio. Aunque en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto, posteriormente ese cargo no fue ratificado por el alcalde Madrid, José Luis Martínez Almeida, que simplemente informó de que la mujer ocupaba un cargo de «responsabilidad en la obra».
Dambéle y Alfa, dos obreros originarios de Malí y Guinea de entre 30 y 50 años, se encontraban en el sótano del edificio cuando se produjo el derrumbe. Ambos eran empleados de la constructora y, por lo que contaron sus compañeros, estaban en los baños del subsuelo cuando la estructura colapsó.
Entre 30 y 50 años
La cuarta víctima, Jorge, procedía de Ecuador. Tenía una edad similar a la de sus compañeros y, en el momento del siniestro, estaba en la última planta del edificio, compuesto por seis alturas. Su cuerpo fue localizado horas después por los equipos de emergencia, que trabajaron durante toda la madrugada en las labores de rescate entre los escombros.
Labores de búsqueda de desaparecidos en la zona del edificio de la calle Hileras durante la noche. / EPE
«Nadie debería perder la vida en el trabajo. Desde el Ministerio de Trabajo estamos en contacto con la Inspección«, ha señalado la ministra, que ha enviado un «abrazo enorme» a los familiares y amigos de las cuatro víctimas.
Sobre las causas del siniestro, habrá que esperar a la investigación de la Policía Judicial. Sólo se sabe lo que ha explicado el alcalde: «Se ha producido el derrumbe del forjado de la sexta planta y eso ha provocado que a partir de ahí bajara por todas las plantas hasta la baja y alcanzara a la persona que estaba allí, que es una de las personas desaparecidas que todavía no ha sido localizada».
El alcalde alabó una vez más el «extraordinario» trabajo de los bomberos, «en unas circunstancias difíciles, en un edificio que se está apuntalando y que tiene una estructura también que hay que vigilar permanentemente para que no se produzca otro derrumbe».
Retirar los escombros llevará días
Los hechos han ocurrido a mediodía sin que se hayan podido todavía determinar las causas. Por razones que aún no se conocen se ha derrumbado el forjado de las plantas superiores de las seis y una subterránea que tiene el edificio. Las plantas han ido colapsando una sobre otra hasta los niveles más bajos, lo que ha generado una gran cantidad de escombros que, según ha avanzado la vicealcaldesa y responsable de Emergencias de Madrid, Inma Sanz, costará horas, «probablemente algunos días» retirar en su totalidad. La prioridad de las labores era aún esta tarde localizar a los desaparecidos.
Bomberos y técnicos municipales se han afanado en primer lugar en asegurar lo mejor posible lo que ha quedado en pie del edificio para poder acceder a la búsqueda en el interior. Esta tarea ha retrasado la búsqueda hasta media tarde, mientras continuaban los trabajos de consolidación y de liberación de material de obra.
A las labores de rastreo se han incorporado guías de la unidad canina de la Policía Municipal y de la Asociación Unidad Canina de Rescate de España . Hasta 16 dotaciones de bomberos y otras 11 de Samur se han desplazado a la zona, a escasos minutos a pie de la Puerta del Sol y de la plaza de Ópera, en pleno centro de Madrid. Para los trabajos han movilizado también los drones de la Sección de Apoyo Aéreo de la Policía Municipal.