Aspe avanza en su estrategia de modernización tecnológica con la instalación de una red municipal de fibra óptica propia que conectará todas las dependencias locales. La actuación, desarrollada en tres fases desde 2019, supone una inversión total de 173.000 euros y permitirá reforzar la seguridad digital del consistorio frente a posibles ciberataques, una amenaza cada vez más frecuente para las administraciones públicas.
En total se instalarán 2.700 metros de fibra óptica a través de microzanjas en la calzada, con una intervención mínima en la vía pública. Esta infraestructura permitirá al Ayuntamiento disponer de una red ágil, segura y completamente independiente de operadores externos, reduciendo costes y garantizando mayor protección frente a intromisiones o brechas de seguridad.
La primera fase, ejecutada en 2019, conectó el edificio consistorial con la Casa del Cisco, el Mercado de Abastos y las ruinas del Tarafa. En la segunda, en 2021, la red se amplió por la calle San Pedro hasta la Posada, enlazando el Centro de información juvenil de Aspe (Cija), el Teatro Wagner y el antiguo colegio Doctor Calatayud. La tercera fase, actualmente en ejecución, extenderá la conexión desde el Teatro Wagner hasta el Campo de Fútbol Las Fuentes, el Pabellón Deportivo, el cementerio y el nuevo almacén municipal.
Trabajos para soterrar la fibra óptica en Aspe. / INFORMACIÓN
Además de mejorar la seguridad de las comunicaciones, esta red propia facilita la comunicación interna entre los centros municipales, agiliza los procesos de trabajo y permite incorporar nuevos servicios como cámaras de videovigilancia o wifi público -ya implantado en el Mercado de Abastos y el Centro de Emergencias- sin recurrir a empresas externas. En conjunto, el proyecto ha supuesto ya un ahorro directo de unos 30.000 euros en cinco años, según fuentes municipales.
El Ayuntamiento ha comenzado la tercera fase del proyecto que ya encara su recta final y tiene un coste de 173.000 euros
La apuesta de Aspe por reforzar su infraestructura digital llega en un momento especialmente sensible. Durante este verano, varios ayuntamientos de la provincia han sido víctimas de graves ciberataques, como los de La Vila Joiosa y Elche, que vieron paralizada su actividad administrativa durante semanas.
Ataques en otros municipios
En La Vila Joiosa, el concejal de Sistemas de Información, Pedro Ramis, explicó tras el incidente que se trató de un ataque de ransomware, «un tipo de virus que bloquea los ordenadores, encripta los datos y anuncia que o pagas o los pierdes para siempre». Ramis recordó que estos ataques, de origen extranjero, están considerados actualmente como terrorismo informático por la legislación, y subrayó la necesidad de «protegerse más y mejor, y darle mucha importancia a la seguridad informática».

Un operario trabaja en una de las calles de Aspe. / INFORMACIÓN
Por su parte, Elche recuperó los plazos administrativos a principios de octubre, varias semanas después del ciberataque sufrido a finales de agosto. El consistorio tuvo que poner en marcha una nueva red para los cerca de 900 funcionarios que gestionan el día a día municipal, mientras aún quedan 1.800 ordenadores por formatear tras el encriptado de datos. El Ayuntamiento ilicitano ya ha anunciado una inversión de más de tres millones de euros para mejorar su ciberseguridad y evitar que se repita un incidente similar.
Con este panorama de creciente amenaza digital, Aspe ha optado por adelantarse y construir su propia infraestructura de fibra óptica como escudo tecnológico.
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