La Política Pesquera Común (PPC) es la Biblia del sector del mar en la Unión Europea. En ella se establecen las normas por las que se rige la actividad —tanto la pesca como la acuicultura—, y su principio fundamental parte del equilibrio de los tres pilares sobre los que se cimienta —medioambiental, social y económico— con el objetivo de promover una gestión eficaz de los recursos. Se trata de una cuestión que recibe un trato desigual desde Bruselas a ojos de la flota europea, española y gallega, que no se cansa de denunciar el desequilibrio entre la primera pata —la verde— y las dos restantes —vinculadas al empleo y la generación de la riqueza en las comunidades costeras, pero también a la seña de identidad de numerosas regiones que, como Galicia, tienen por cada barco no solo un medio de vida, sino un símbolo cultural que desde hace ya varias décadas avanza hacia su desaparición—. «No podemos permitir que una de estas tres dimensiones crezca a expensas de las otras dos», advirtió ayer el excomisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, en el marco del XIII Congreso de Conxemar, la FAO y el MAPA. Lo dijo en un momento en el que la actual PPC se encuentra en proceso de evaluación —no en vano; hay que recordar que lleva más de una década sin actualizarse— y en el que toda la cadena de valor urge adaptarla a los desafíos presentes y futuros.
Financiación y brecha con la agricultura
«Tenemos que entender que la sostenibilidad económica es tan importante como la sostenibilidad medioambiental», remarcó en este sentido el maltés, que reclamó más ayudas para el sector a contracorriente de la nueva propuesta formulada por la Comisión Europea para el próximo Marco Financiero Plurianual (2028-2034), que si nada cambia contempla un tijeretazo de los fondos del 67% hasta los 2.000 millones de euros. «Si nos fijamos en la industria pesquera y la comparamos con la agricultura vemos que existe una brecha», apostilló, asegurando que el lobby del campo presiona con más fuerza y «se lleva un trozo del pastel relevante», pero «los pescadores no reciben el mismo reconocimiento». «Deberíamos intentar abordar esta brecha», manifestó consecuentemente.
El excomisario —que reconoció que «se han hecho muchos avances pero hay desafíos primordiales que tratar»— pidió más financiación para la pesca con el propósito de afrontar su futuro. Y en especial para «adaptar» la actividad a los impactos del cambio climático. «Europa tiene que ser muy cuidadosa porque su acuicultura está creciendo a un ritmo muy lento», aseguró asimismo, poniendo como ejemplo Asia —donde el 80% de la demanda de proteína acuática se cubre con producción acuícola— mientras que en «Europa es al revés». «Necesitamos proteger los océanos por medio de la acuicultura. Necesitamos más cultivo y menos captura», sentenció.
La verdadera imagen del pescado
Vella participó en la mesa moderada por la redactora jefa de FARO, Lara Graña, y en la que también intervino el catedrático de Sociología de la Universidad Jean Jaurès de Toulouse, Jean-Pierre Poulain, que inspirándose en Sócrates recordó que «la sociedad se construye sobre la manera en la que produce y consume sus alimentos«. Si otra cosa quedó clara ayer en el evento, antesala de la feria internacional de Conxemar que se celebra entre este martes y jueves en Vigo, es la importancia de mostrar la verdadera imagen del pescado y la pesca, como sus innumerables beneficios para la salud o su compromiso con la protección de los ecosistemas.
Karmenu Vella junto a Jean-Pierre Poulain y Lara Graña, en un momento del congreso. / Alba Villar
«Solo desde la cooperación internacional podremos resolver los desafíos globales», señaló al respecto el presidente de Conxemar, Eloy García, durante la bienvenida al XIII Congreso, que esta edición celebró por partida doble el 80 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura, Pesca y Alimentación (FAO) y los 30 años que este 2025 cumple su Código de Conducta para la Pesca Responsable. «Los alimentos acuáticos son fundamentales para la lucha contra el hambre», indicó por su parte el subdirector general de la FAO y director de la División de Pesca y Acuicultura, Manuel Barange, haciendo un llamamiento a que «la pesca y la acuicultura tienen que ser una de las prioridades para luchar contra la desnutrición en el mundo» y dejando un recado para el futuro: «Si queremos mejorar, tenemos que hacer más». La secretaria general de Pesca, Isabel Artime, clausuró la jornada en representación del MAPA pidiendo a los Veintisiete «asegurar una dotación suficiente para la política pesquera» que «permita afrontar retos clave como la renovación de la flota y el relevo generacional«.
Actualizar el Código de Conducta
Una de las grandes ponencias de ayer corrió a cargo del coordinador general de la Fundación Fish Nation, Alberto Prieto, que desgranó un análisis realizado por su entidad —fundada por Conxemar para incentivar el consumo de pescado— a fin de evaluar si el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO sigue sirviendo para abordar los retos de hoy. Conforme explicó, esta herramienta no contempla temas prioritarios como la descarbonización, la trazabilidad o el cambio climático, por lo que es necesario que se actualice. También sugirió incorporar un nuevo eje: «La dimensión social de la pesca». «Si no hay una sostenibilidad socioeconómica, tampoco habrá sostenibilidad medioambiental», concluyó.
Claves para estimular las ventas
Karen Zuccolotto (Grupo Chedraui), Jessica Panetta (Sobeys) y Gabriela Fujita (Worldpanel by Numerator España) protagonizaron la primera mesa del XIII Congreso de Conxemar, FAO y el MAPA, que se centró en el acceso de los consumidores a las proteínas acuáticas. Las especialistas hicieron un repaso entre las principales claves que pueden servir a la industria para estimular sus ventas, citando entre ellas la importancia de la relación calidad-precio, el alcance de los nuevos formatos y su idoneidad en función del público al que se quiera llegar, así como la importancia de trasladar el valor añadido al consumidor. También el que está ligado a la sostenibilidad y que muchas veces exhiben las certificaciones que constan en el etiquetado de los productos.
Según uno de los estudios expuestos, más de la mitad de los consumidores no saben lo que significan las certificaciones. Otro de los análisis muestra que los snacks proteicos y los «platos preparados y porcionados» ganan terreno en los hogares, donde los mayores son los que más consumen productos del mar, principalmente marisco, y también incide en la preocupante caída que registran los hogares con niños.
El cultivo de algas y células de pescado en laboratorio: un enorme potencial a futuro
La innovación y la sostenibilidad en la cadena de valor de los productos acuáticos fue el tema que trató otra de las principales mesas del evento, en la que Sebastian Rakers (BLUU Seafood), Helena Abreu (Consejo de la Asociación Internacional de Algas Marinas), Julio Salas (subsecretario de Pesca y Acuicultura de Chile), Mihir Pershad (Umami Bioworks) y Guus Pastoor (Federación Europea de Procesadores e Importadores de Pescado) mostraron desde diferentes puntos de vista la importancia de implementar nuevas técnicas de producción alimentaria y aprovechar los recursos infraexplotados para mejorar la industria de la alimentación a nivel mundial, marcada en el caso de la pesca por una presión cada vez mayor sobre los suministradores.
Los expertos resaltaron el potencial de las algas y el cultivo de células de pescado en laboratorio para obtener grandes cantidades de biomasa —una industria todavía muy joven pero con gran proyección—, pero coincidieron en que es preciso hacer que la tecnología sea accesible y simplificar los procesos para que puedan replicarse, además de «voluntad política de la Unión Europea» para acabar con la burocracia.
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